La Secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero reconoció hoy que ‘México tiene una deuda histórica con las niñas, adolescentes y mujeres diversas que viven violencia en el país', y alentó en el sentido de que el trabajo de todas es digno de celebrarse aun cuando no sea todavía suficiente. 

'La deuda de México es con las mujeres que no reciben un pago justo por su trabajo, con las migrantes, con las qu e trabajan dobles jornadas, con las niñas que se convierten en madres o esposas, con las mujeres trans, con las indígenas y afromexicanas, con las sexoservidoras, con las políticas, con las científicas, en fin, ahí está todavía una deuda', señaló Sánchez Cordero. 

Pero también tocó un punto neurálgico de los avances de las mujeres, al decir que ‘En honor a todas las mujeres que nos antecedieron en la lucha, en homenaje a aquellas que ya no están, quienes hoy somos parte de la vida nacional desde una posición privilegiada, dejemos huellas para que digamos ‘lo hicimos todas’ terminó diciendo en la conmemoración del Día Internacional de la Mujer'. 

Lo anterior es muy importante, sobre todo ahora que hay un número muy importante de mujeres con cargos públicos importantes  como para que puedan abrir el ostión de la injusticia, el de las leyes caducas y profundas lagunas que impiden hacer justicia, con un mejor y comprensible atención a las denuncias de mujeres, pero sobre todo aplicar las leyes existentes con criterio de género y no dejando en la calle a violadores, acosadores sexuales, golpeadores  y menos feminicidas. 

Si ahora que hay Magistradas, Fiscales, Policías, Funcionarias en el Poder Ejecutivo y en el Poder legislativo -Senadoras, diputadas federales y locales- no se logran avances radicales en cuanto a la defensa de los intereses de las mujeres, entonces la deuda histórica seguirá siendo deuda para vergüenza nacional y generacional. 

Bien dijo Olga Sánchez Cordero hoy que son parte de la vida nacional desde posiciones privilegiadas, tienen que dejar huella y no solo ocupar los cargos públicos por ocuparlos.