La economía agoniza y la Banca de Fomento y de Desarrollo no levanta ni con grúa.

Botton tercer gallo para Nafin y Bancomext y, Baldermar temeroso.

Mientras la economía agoniza por los estragos que ha causado la pandemia del COVID-19 las instituciones financieras de fomento y desarrollo no han podido arrancar motores.

La Banca de Fomento y de Desarrollo Mexicana no levanta. Baldemar Hernández, temeroso para entrarle al toro y en NAFIN y Bancomext en menos de dos años van tres cambios de titular.

Así que una debacle electoral de la 4T en junio próximo o en el 2024 habrá nombres de servidores de la nación a quién se les deberá el favor.

Lo más importante para el campo, la agroindustria, el comercio y el turismo, por citar algunas actividades que mueven la economía, es el apalancamiento de créditos con tasas de fomento. Sin embargo, en el actual régimen de la 4T tal parece que no le han encontrado la cuadratura al círculo.

Las cifras en cuanto al otorgamiento de créditos no ha mejorado ni un gramo en el actual gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Bancomext, Nacional Financiera y la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero a cargo del tabasqueño Baldemar Hernández Márquez han dado muy poco de que hablar en cuanto a la colocación de créditos.

De poco o nada han servido los triunfalistas anuncios del Banco de México para apuntalar la economía a través apoyar al Sistema Financiero hasta por 750 mil millones de pesos equivalentes al 3% del Producto Bruto Interno ya que los bancos privados poco caso le han hecho a este ofrecimiento del Banco Central mexicano.

El colmo es que ni siquiera la Banca de Desarrollo le ha entrado como se hubiera esperado.

Por un lado, Política al Día se ha enterado que Baldemar Hernández Márquez, de la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero, ha sido temeroso y le ha temblado la mano para entrarle de frente a las necesidades de crédito de los sectores productivos de la economía y sus índices de productividad siguen siendo bajos.

Por otro, y en el caso de NAFIN y BANCOMEXT, que en menos de dos años han sufrido cambios de titulares como si fuera un deporte. Primero Eugenio Nájera, luego Carlos Noriega Romero y ahora se anuncia a Juan Pablo Botton Falcón, gente de la cuadra de Raquel Buenrostro, del SAT, quien entra al quite.

Es decir, la Banca de Fomento y de Desarrollo ni fomenta ni desarrolla.