RODEADO de hechos y condiciones que los nuevos tiempos le han impuesto como dirigente estatal del Partido Revolucionario Institucional, Marlon Ramírez Marín, ha logrado superar muchos obstáculos y circunstancias que lo colocan, por ahora, en uno de los mejores líderes políticos de la entidad veracruzana.

Hay que tomar en cuenta, nada más, que su tiempo, frente a un partido político que ha sido vapuleado, no tan solo por los resultados de la pasada e histórica elección del dos mil dieciocho, sino también por todos los que se le fueron encima en virtud de ser señalado como una organización política que avaló a malos gobernantes, ha sido aprovechado de la mejor manera y ha demostrado con ello que su partido, como tanto se dijo, que estaba prácticamente fuera de combate, resulta que está vivo y actuante, al grado de que puede convertirse nuevamente en verdadero punto de referencia en las elecciones que vienen.

Cierto es que ahora corren nuevos vientos políticos y que debido a las nuevas condiciones del ejercicio en el poder, ha tenido que ceder, como también están cediendo otras organizaciones del mismo nivel político, a formar un bloque opositor que busque estabilizar el quehacer político y enderezar un poco la balanza que ahora permanece inclinada hacia un solo de sus extremos.

Por eso, el tiempo de Marlon Ramírez Marín, ha sido y es importante en este momento, porque asume con responsabilidad el reto político que le ha tocado y todo parece indicar que saldrá bien de esta participación política electoral, aún cuando vaya unido a uno o dos importantes partidos políticos que buscan también el mismo objetivo.

Marlon, es de los pocos personajes políticos que ha sabido mantener la calma, que ha sabido analizar profundamente las condiciones que se le han presentado y con toda discreción política ha venido influyendo positivamente en los propósitos de la lalianza, donde también ha sabido transitar con tolerancia y pleno conocimiento frente a los compromisos contraídos con los demás dirigentes estatales.

Ha sabido dar la cara cuando ha sido necesario y su voz ha manifestado la opinión clara y pertinente de un hombre que sabe lo que quiere y lo que tiene que hacer para conseguirlo. Por ahora, está levantando al PRI, lo está fortaleciendo y mañana, terminado su tiempo, entregarlo fuerte a las nuevas generaciones políticas.

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