El día de ayer una nota de la periodista Noemí Valdez sacudió las entrañas de las oficinas que ocupa en Palacio el titular de la SEGOB Eric Patrocinio Cisneros Burgos.
En la nota publicada por el diario porteño Notiver, se da a conocer una presunta investigación al número dos del gobierno de Veracruz por una posible comisión del delito de defraudación fiscal y contrabando, por lo que le habrían congelado varias cuentas bancarias.
Las respuestas de Palacio fueron de inmediato para calificar de falta la nota de la reportera y hasta se habló por parte del directamente afectado de presentar una denuncia ante la autoridad civil y exigir la reparación del daño moral que se le causó a su persona.
Hasta ahí todo normal
Sin embargo, ni el diario ni la reportera dijeron esta boca es mía. Callaron quizá esperando que la denuncia anunciada se haga realidad.
Pero este mismo día, el siempre agudo periodista Ramsés Yunes Zorrilla a través del programa que conduce en Avannoticias, tuvo el olfato de fino reportero y logró entrevistar a Carlos Romero Aranda, Procurador Fiscal de la Federación, única voz autorizada para despejar la polémica incógnita de una vez por todas.
Pero no, la respuesta del Procurador Fiscal de la Federación dejó las cosas peor que antes al responder a Ramsés Yunes que “por el sigilo de las investigaciones que tenemos yo no le puedo ni decir que lo estamos investigando ni decir que no lo estamos investigando, yo lo único que le digo es que a todos los que incumplen con sus obligaciones fiscales les sugiero que se regularicen, porque se acabó la fiesta”.
Comentan los abogados del café que solo se estaría faltando a la secrecía de una investigación si esta existiera, de lo contrario el Procurador pudo simplemente decir que tal investigación no existía sin dañar a nadie, ni al proceso ni a persona alguna.
El Procurador Fiscal de la Federación pudo pero no quiso, o quiso pero no pudo aclarar un tema tan delicado para el aparato de gobierno y para uno de los medios de comunicación más importantes de Veracruz.
Así que todo sigue igual que ayer en la mañana. ¡O peor! |