Políticamente hablando, la noche se le vino encima al Canciller Mexicano Marcelo Ebrard Casaubón y no por alguna pifia en su actual cargo, sino de cuando fue Jefe de Gobierno capitalino y asignó a Grupo CARSO de Carlos Slim, la construcción del polémico tramo de la Línea 12 del Metro: Periférico Oriente, Tezonco, Olivos, Nopalera y Zapotitlán. 

Tramo de la Línea 12 que por años le quitó el sueño debido a las denuncias de corrupción y decisiones señaladas en ese tiempo como inadecuadas y tomadas por el Grupo CARSO con el fin de obtener economías como fue cambiar la estructura recomendada por el despacho de José María Riobóo y colocar acero en las trabes en lugar de concreto. 

Eso fue lo que se dijo en aquellos 7 aciagos meses de peritajes y los medios encima de Ebrard ya como exjefe del Gobierno capitalino. 

Ahora, aquella vieja polémica ha revivido con la tragedia de este lunes en la CDMX. Todo irá de nuevo a tribunales y Ebrard sabe muy bien lo que pasó con los peritajes y cómo se hicieron en los tiempos de su sucesor Miguel Ángel Mancera para echarle hielo al tema. 

Algo muy gordo debe saber Marcelo y por eso esta mañana en Palacio Nacional dijo ‘El que nada debe, nada teme’. 

El problema es que luego del colapso de la línea 12 del Metro casi todo México apunta a Ebrard, quien sabe muy bien que la oposición mete hilo para sacar listón, pues la verdad es que todo el lío que viene se jugará en los próximos meses y años en la cancha de la 4T y van contra Ebrard, Claudia Sheinbaum, Carlos Slim y todo lo que aún está oculto detrás de la tragedia.