A ver, a ver, olvide Usted que Rogelio Ramírez de la O es economista y cuando menos ya da con el perfil… no como otros que siendo agrónomos terminan en PEMEX. 

No tome Usted en cuenta que Rogelio Ramírez tiene una megaempresa bien nice que se dedica a ofrecer análisis macroeconómicos y pronósticos sobre México a diferentes empresas, incluidas algunas de las multinacionales más grandes con intereses en México. 

Ni siquiera piensa tampoco que Rogelio, según sus fans, es algo así como el Joseph Stiglitz, el Jean Tirole o el Paul Krugman, pero mexicano y que con su perfil keynesiano está bien perruchis. 

Vaya, ni se le ocurra tampoco pensar que el asunto viene de algún agradecimiento porque AMLO lo ha considerado desde el 2006 como parte de su gabinete desde cuando se sacó de la manga ese chiste de la “Presidencia legítima”. 

La verdadera razón es más simple… el que don Rogelio es igualito a Benito Juárez. Es más, una de las condiciones que le puso AMLO es que nunca, nunca, pero nunca, se cambie el corte de cabello y esa mirada discreta que lo hace suspirar. 

(Texto ficcionado destinado al entretenimiento)