El discurso político se ha repetido a lo largo de los años, pero la violencia y las muertes de mexicanos no cesa, así se tenga en las calles a los militares, así se reorganicen las policías o se creen instituciones como la Guardia Civil. 

Ese mismo discurso político se gritó en el Senado por Julen Rementería del Puerto, pero que quedó politiquería barata. 

Julen dio un discurso lleno de crítica pero falto de propuestas, por lo que su voz caerá como una solitaria gota en el desierto de la indolencia gubernamental. 

El Senador veracruzano arrancó contundente: “El Gobierno no le ha dado la importancia a los temas de violencia en el país, porque “rehuyen a tratar el tema” y no han generado una estrategia general de Seguridad”. 

Y agregó: “El tema de la delincuencia se desborda, pero no solo en Tamaulipas, sino en varias partes del país y el común denominador es la ausencia del poder federal”. 

¿El gobierno no le da la importancia suficiente al tema? Así parece, porque a nadie le gusta reconocer el cochambre de la estufa. 

“El gobierno no da la importancia, se preocupa más por otras notas, por otros eventos y no por lo que sucede en materia de seguridad”, sentenció Julen y agregó “no debemos acostumbrarnos a los datos de muertos por la delincuencia organizada”. 

Mucha razón tiene el Senador. Cuando los muertos se normalizan como si se tratara de contar ovejas para dormir... mal andamos. Aunque su discurso fue virulento y crítico, nos hemos cansado de escucharlo ahora y en los anteriores gobiernos. 

¿Dónde quedaron los que sí sabían Gobernar? ¿Dónde los que evitarían la violencia, muertes y masacres? Hoy tienen la misma autoridad moral que los discursos huecos del Senado.

No sirven mientras la violencia siga dominando las calles.