Que el hospital regional ISSSTE-Veracruz haya recibido la Certificación Oro de igualdad laboral y no discriminación, es un gran tema que los empleados del nosocomio podrían valorar y decir si es correcto y si en verdad sienten que existe ahí la igualdad laboral a la que tienen derecho y sobre todo si no existe discriminación. 

Sin embargo, el otro reconocimiento que le fue otorgado al hospital regional del ISSSTE en Veracruz por la atención médica que se brinda en ese nosocomio para el bienestar integral de los derechohabientes… ese ya es otro cantar. 

Sobre todo porque existe la clara percepción de no pocos derechohabientes que de acuerdo con los servicios (o los malos servicios) y la atención médica recibida, no podrían estar más que en desacuerdo con un reconocimiento así. 

Sería bueno -y quizá mostrarían un poco de respecto a los derechohabientes- que el Director Normativo de Supervisión y Calidad, Sergio Baltazar Barragán Padilla, explicara cuáles fueron los parámetros que se aplicaron para otorgar la Certificación Oro de Igualdad Laboral y No Discriminación, y por la calidad de la atención médica, a la Directora del Hospital Regional, Diana Bandala Arzamendi. 

- Quizá el hecho de frecuentes reprogramaciones para las intervenciones quirúrgicas no haya sido considerado como un factor en la calificación; 

- Quizá el hecho de que muchos pacientes sean mal atendidos en las áreas de urgencia no sea parte esencial a considerar en la Norma NMX-R-025-SCFI-2015 para este tipo de certificaciones; 

- Quizá el hecho de que los quirófanos del Hospital no cuenten ni cumplan con las normas internacionales de aire acondicionado no sea lo esencial en la norma mencionada ni sea un punto a considerar para la certificación de una atención médica satisfactoria; 

- Quizá el hecho de que frecuentemente haya desabasto de medicamentos esenciales para atender enfermedades como el cáncer en señoras embarazadas y en niños no cuente para la evaluación de una atención médica de primera; 

- Quizá el hecho de que se haya construido para los derechohabientes un edificio que carece de ventilación natural no importe. 

Diversos derechohabientes comentaron a este medio de comunicación que podrían asegurar la tardanza de más de un año para programar y atender una intervención quirúrgica de un lagrimal… por poner un ejemplo sencillo. O múltiples cirugías que terminan haciéndose los derechohabientes en clínicas particulares por el excesivo tiempo de espera al que se ven sometidos. 

Ejemplos como esos hay muchos más, y suceden día a día en -precisamente- esa clínica hospital hoy galardonada pomposamente con la “Certificación Oro de igualdad laboral y no discriminación”, así como el “Reconocimiento de la atención médica para el bienestar integral de los derechohabientes”. 

Si esos reconocimientos no son de “chocolate”, entonces son indudablemente inmerecidos.