La propuesta de Ley que realizó el coordinador de los Senadores panistas, Julen Rementería del Puerto, no tiene desperdicio. Si se logra sería un hitazo por su alto contenido social y humano. 

Julen Rementería propuso que los estados y municipios tengan la obligación de atender a mujeres embarazadas en situación de vulnerabilidad, vía presupuestos obtenidos de la Federación. 

La “LEY DIF” sería la oportunidad para que aquellas mujeres que hayan sido violadas, golpeadas o están en situación de calle, y que sí deseen continuar con su embarazo, tengan el suficiente apoyo gubernamental para hacerlo. 

Y esto no va en contra de las tesis esgrimidas para la aprobación del aborto, sino más bien es darles otra opción a estas personas en situación de vulnerabilidad. 

Si el Estado ya está apoyando a las mujeres que deseen abortar, otorgándoles asistencia médica y jurídica apropiada… ¿Por qué no debería apoyar también el Estado a aquellas mujeres que no deseen abortar? 

Hasta el momento este sector está siendo olvidado, pues hay apoyos ya en varios Estados (incluido Veracruz desde hace algunas semanas) para quienes no deseen continuar el embarazo, pero es de justicia elemental que quienes sí quieran hacerlo, lo puedan hacer. 

Julen Rementería señaló que es necesario tener un instrumento legislativo que garantice presupuestos suficientes a los DIF estatales y municipales para que éstos tengan la obligación de apoyar. 

“Necesitamos el apoyo, el empuje de la mujer mexicana, de los ciudadanos en general de este país, entendiendo que este es un problema que supera a las personas que lo padecen: mujeres embarazadas en condiciones de vulnerabilidad que no tienen cómo resolver sus problemas más básicos”, declaró el Senador Julen Rementería, y en verdad, sería mezquino no apoyar esta Ley tan solo por venir de una fracción partidista diferente a la que manda en casi todo el país. 

Pareciera una propuesta de Ley elemental, pero curiosamente hasta el momento no se ha concretado. Es cierto que al día de hoy las dependencias estatales y municipales apoyan a la mujer, pero no existe una obligatoriedad para destinar los recursos y para garantizarles que terminen su embarazo sin mayores complicaciones. 

Si logra Julen Rementería que la Ley DIF prospere y que sea una Ley que en realidad tenga dientes y no sea una simple pantomima, entonces se estaría colgando una muy buena medalla al cuello. Ojalá los tintes y pasiones políticas no se encaprichen ni manden la propuesta a la congeladora. Se necesita el concurso de todos, sobre todo de MORENA pues sin su apoyo esta Ley seguramente no prosperará.