En el caso de Rogelio Franco todos dicen tener la razón. 

Los líderes nacionales perredistas buscan, mediante un amparo indirecto, que Rogelio ‘N’ sea liberado de inmediato para que esté presente el día de mañana miércoles en la primera sesión del Congreso de la Unión en San Lázaro porque, según ellos, los delitos de que se le acusan son improcedentes y está prácticamente secuestrado a nivel de preso político por las autoridades penitenciarias del Estado de Veracruz. 

Sin embargo, parecen olvidar un pequeño detalle, y es que los líderes perredistas basan su exigencia con base en la presunta comprobación de que Rogelio Franco cumplió con los requisitos de la Ley Orgánica y fue legalmente erigido como representante popular en la Sesión de Instalación de la Sexagésima Quinta Legislatura… lo cual hasta el momento es un tema controvertido. 

Tan es un tema indefinido el de la validez de la protesta que mediante una carta enviada por Rogelio Franco a la Presidencia de la Mesa Directiva de los Decanos, que esta misma tarde el presidente de la Mesa Directiva de la LXV Legislatura, Sergio Gutiérrez Luna, informó que: “Como presidente de la Mesa Directiva solicité información al juez de la causa penal para saber cuál es el estatus de su situación jurídica y sobre todo lo que tiene que ver con sus derechos político electorales, necesito tener esa información de la autoridad responsable en la materia para tomar una decisión responsable”. 

Es decir, la Cámara de Diputados en San Lázaro apenas está solicitando información al Juez de la causa penal, lo cual ni en este ni en ningún país del mundo se resuelve en tan corto tiempo, pues hay que considerar que para la primera Sesión de la Cámara de Diputados faltan apenas unas cuantas horas. Lo anterior sin considerar la reacción que pueda venir directamente de la Fiscalía General del Estado de Veracruz. 

Es decir, por el tiempo, lo más probable es que Rogelio Franco y los líderes perredistas se queden con las ganas de brindar con champaña allá en Sal Lázaro por haber vencido a la autoridad veracruzana.