¿Cuántos desastres han costado víctimas humanas sin que nadie haya ido a parar a la cárcel por ello? ¿Cuántos edificios se ven en las ciudades sin que cumplan con el reglamento municipal relativo a los cajones de estacionamiento, o cualquier otra reglamentación? Ejemplos los hay por doquier y por ello las calles de la ciudad se vuelven intransitables. 

Es por ello que el tema que aborda aquí hoy el periodista Miguel Ángel Cristiani González vale la pena de ser leído ya que se refiere al ‘Desgajamiento en Lucas Martín’ que pudo costar valiosas vidas humanas y que como señala el columnista, a la fecha no se sabe si serán llamados a cuentas los responsables de las obras o de qué funcionarios municipales o de Protección Civil recibieran antes de que se dieran los siniestros las llamadas de auxilio de parte de los vecinos y no hicieron caso. O de qué sanciones habrá para aquellos funcionarios que debieron autorizar el fraccionamiento en un cerro. 

Y que no nos salgan ahora con el cuento de siempre de que para no dar a entender que se trata de venganzas políticas contra las autoridades municipales que hayan autorizado esas ilegales y riesgosas construcciones todo debe quedar ahí. Sin  investigación a fondo, sin castigo y sin culpables.  

Es decir, el tema no es menor y sería bueno que así como en el Gobierno Federal se dice que para acabar con la corrupción se barre de arriba para abajo, aquí pudieran igual hacer algo por abatir ese terrible mal barriendo de abajo para arriba. 

Quizá y así algún día se encuentren las dos estrategias y como en un torniquete se pueda abatir el mal número uno del país llamado corrupción.