Enorme revuelo nacional causó la más reciente columna escrita por el distinguido periodista veracruzano Alejandro Aguirre Guerrero titulada “La tercera carta-renuncia de López-Gatell”. 

En su columna “Al respecto”, que se publica en El Universal y en este portal Política al Día, Alejandro Aguirre Guerrero afirmó que “En tan sólo dos párrafos, el Subsecretario Hugo López-Gatell renunciaba a su cargo (con carácter de irrevocable)”. 

Fue tanto el revuelo que alcanzó la columna que Hugo López-Gatell, a contrapelo a su estilo, tuvo que salir a dar una respuesta en sentido negativo en una entrevista que concedió a la reportera Blanca Valadez del diario Milenio. 

En la entrevista, sin mencionar el nombre del periodista que dio por hecho que López-Gatell había puesto en la mesa de AMLO su renuncia, el aún subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell se dedicó a ponerse aureolas en cuanto a su extraordinaria relación con AMLO, con Claudia Sheinbaum y con sus ‘amigables’ compañeros del gabinete, al tiempo que negó que vaya a renunciar. 

Sin embargo, López-Gatell jamás negó el punto central de la columna de Alejandro Aguirre. Es decir, no negó los hechos ahí narrados. Dijo que no renunciará pero no aclaró si presentó o no su renuncia con carácter irrevocable como lo afirmó el columnista. 

Quizá López-Gatell piensa que con que AMLO no le haya aceptado la renuncia va a ser suficiente y permanecerá mucho más tiempo en el cargo… pero pudiera estar muy equivocado, pues hoy mismo el periodista Raymundo Riva Palacio da cuenta que López Obrador le pidió a su coordinador de asesores, Lázaro Cárdenas, que le prepare una evaluación sobre los costos y beneficios de mantener a López-Gatell en el cargo y desde ahora se podría apostar que los costos de separarlo del cargo serán menores que los beneficios que tendrá la 4T, pues la ‘inminencia’ ya trae cansados a los mexicanos y le abrió con sus desvaríos un tremendo boquete político a la 4T que será histórico. "El zar del coronavirus debe haberse dado cuenta, la semana pasada, de que apesta a muerto en Palacio Nacional”, escribe Riva Palacio. 

Alejandro Aguirre Guerrero le pegó en la línea de flotación a Hugo López-Gatell, y aunque él lo desmienta, por dignidad en verdad debería haber ya renunciado.