Los líderes nacionales del PRD no lograron negociar y doblar la ley para que Rogelio Franco Castán saliera del penal de Amatlán y pasara a ocupar una curul como diputado federal plurinominal en San Lázaro. 

De nada valieron las marchas perredistas, los agresivos discursos de los dirigentes nacionales y del estado del PRD, Jesús Zambrano y Sergio Cadena Martínez, respectivamente. Tampoco valió el intento de rendir protesta como diputado federal que Rogelio Franco hizo por carta. 

La determinación de llamar al diputado suplente, Jesús Velázquez Flores, fue tomada este día por la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados debido a la situación jurídica actual por la que atraviesa Rogelio Franco reportada por la Presidencia del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Veracruz y dado el caso de la privación de su libertad, que le impidió a Rogelio Franco estar presente en las sesiones legislativas en San Lázaro durante los 30 días consecutivos de gracia que establece el artículo 63 de la Constitución Política vigente. 

Así que -oh, azares del destino- Jesús Velázquez Flores, abogado que defiende en el juicio a Rogelio Franco y que no pudo dar los mejores resultados, será quien ahora lo supla en su curul de la Cámara de Diputados. Mientras tanto, Rogelio Franco seguirá en la cárcel hasta que se resuelvan las acusaciones que pesan sobre él por ultrajes a la autoridad, extorsión, abuso de autoridad y delitos cometidos por servidores públicos. 

Queda por lo pronto la idea de que la capacidad de negociación de los líderes estatales y nacionales del PRD han menguado a niveles ridículos.