La información que había estado celosamente guardada, y que a raíz de la iniciativa de Reforma Eléctrica ha salido a la luz pública, no ha dejado de causar expectación y furia entre los mexicanos. 

Resulta que gobiernos anteriores, incluyendo el de Enrique Peña Nieto, se sirvieron con la cuchara grande en lo que hace al otorgamiento de concesiones para la explotación de litio, que como aquí se ha explicado, es un mineral mucho más rentable y con futuro que el propio petróleo. 

Ha salido a la luz pública que México otorgó 31 concesiones e empresas extranjeras para la exploración de litio, aunque la mayoría de ellas no han iniciado operaciones en campo ni se han visto las grandes inversiones y empleos que prometieron. 

La concesión que lleva mayor avance físico es la que se otorgó en el estado de Sonora a la empresa BACANORA representada por Peter Secker, la cual proyecta iniciar la producción en el 2023 según se informa en El Financiero. 

Se sabe, y ha salido a la luz pública, que en materia del aprovechamiento de litio para fines industriales es la empresa China GANFENG la más grande y poderosa en ese país que utiliza el litio para la producción de baterías de aparatos electrónicos. 

Lo que también se sabe es que además se han otorgado otras 30 concesiones en el país de las que se desconoce su estado actual, por lo que lo más seguro es que las concesiones se hayan otorgado con fines especulativos por los gobiernos anteriores, esto es, recolocar las mismas al mejor postor. 

El temor de los inversionistas mexicanos o extranjeros involucrados y beneficiarios de esas concesiones es que en la iniciativa de la reforma eléctrica se menciona que no se van a retirar esas concesiones pero se va a analizar y revisar muy bien los términos de las mismas. 

¿A qué le temen esos inversionistas mexicanos y extranjeros? Si todo está en regla no habría nada que temer.