Hay quienes conocieron y estuvieron cerca del ex gobernador de Veracruz, Miguel Alemán Velasco, y aseguran que al hombre no le interesaba para nada lo que sucedía en Veracruz. 

Muy comentado era el hecho de que cuando alguno de los titulares de despacho lo acompañaba en el helicóptero que lo trasladaba frecuentemente de Xalapa a Veracruz, para de ahí tomar el avión que lo trasladaría a la Ciudad de México, le mostraba tarjetas informativas y le planteaba para Acuerdo algún problema del Estado… ante esto, Miguel Alemán se volteaba y le preguntaba, por lo regular, a su Secretario de Desarrollo Económico Everardo Souza: “¿Cómo le fue ayer al Tiburón?” o “¿Con quién juega el Tiburón la próxima semana?”. 

Ahí terminaba la plática y el esperado Acuerdo, por lo que la solución de los problemas de Veracruz, debía esperar. 

Se comentó en su momento que la tirada de Alemán, desde que aceptó venir a gobernar Veracruz, fue la de llegar a ser el candidato del PRI a la Presidencia, regresar a Los Pinos, y vivir ahí como antes lo hizo su familia. 

Sin embargo, a Miguel Alemán Velasco se le atravesó Francisco Labastida Ochoa, quien con todo el apoyo de los poderosos priistas de Sinaloa, se le metió en el último momento y lo dejó fuera de la candidatura por la Presidencia. 

Quizá pocos recuerden de aquella lágrima de tristeza que dejó caer por sus mejillas su esposa, la señora Christiane Magnani, cuando Miguel Alemán anunció en Sala de Banderas, la decisión del CEN del PRI. 

¿Usted qué piensa de lo anterior, es historia o leyenda? Con esta historia o leyenda, Política al Día Express inicia una nueva vertiente de análisis en la que podrá dilucidar o preguntar entre sus conocidos acerca de diversos temas que pudieron o que cambiaron la realidad de Veracruz.