Desde el mero centro de poder del ex gobernador Fidel Herrera Beltrán, ya casi al final de su gobierno formal, cuando todo mundo esperaba saber el nombre del que sería el candidato del PRI a la gubernatura, escuchaban decir al cuenqueño que antes de soltar la totalidad de su ‘pinche’ poder tenía un gran dilema que no podía resolver.

Ese gran dilema se llamaba Javier Duarte de Ochoa, su titular de Finanzas y quien había transitado a su lado durante su gobierno.

Fidel confió a dos de sus más allegados asesores espirituales que Veracruz requería un político y no un técnico financiero.

En aquellos momentos quien llenaba esa expectativa era ni más ni menos que ‘Tonicho’ o ‘Cabeza de lata’, como se le conocía a  Ranulfo Márquez Hernández; uno de sus colaboradores con más presencia política en Veracruz y quien era muy bien visto por pesados de la cúpula priista nacional.

Es más, Ranulfo de alguna manera había tenido acceso a las encuestas que privadamente mandó hacer Fidel y ya se le había puesto muy bronco al saber que Fidel era presionado por ‘Doña Rosa’ Borunda, su esposa, para que el candidato fuera Javier Duarte.

Fue cuando Fidel le confió a otro cercano colaborador que Javier Duarte sería el candidato pues no quería tener problemas con ‘Doña Rosa’, pero éste cercano colaborador no pudo resistir la tentación de venderle el favor a ‘Cabeza de lata’, y fue cuando éste arreció su presencia en los medios y a endurecer su discurso exigiendo consulta a la base.

Como castigo, al mismo colaborador soplón, Fidel le ordenó que tenía que aplacar a ‘Tonicho’ a como diera lugar para evitar problemas.

‘Tonicho’ finalmente se disciplinó cuando el soplón le advirtió que no contaría con el apoyo de Fidel Herrera ni de finanzas pero que su disciplina sería gratamente recompensada y ahí terminó la historia… Duarte fue el candidato, luego gobernador y al final quedó demostrado que Fidel Herrera tenía razón. ¡Duarte no debió ser el candidato!

¿Usted qué piensa de lo anterior? ¿Es historia verídica o leyenda?