La madrugada del miércoles, el recinto de San Lázaro fue escenario de una confrontación a golpes, entre legisladores de Morena y de la oposición. ¿La razón? El debate sobre la miscelánea fiscal y, especialmente, la eliminación de estímulos a quienes apoyan a organizaciones de la sociedad civil dedicadas a tareas altruistas.

Como bien lo dijo el legislador veracruzano José Yunes Zorrilla (secretario de la Comisión de Hacienda en la Cámara Baja) la propuesta del gobierno federal demuestra en los hechos que el discurso del Presidente de que no aumentaría los impuestos “es una falacia”.

Pero esa madrugada no sólo se afectó a aquellas empresas y personas físicas que destinaban buena parte de sus ingresos al apoyo de organizaciones altruistas (como la Cruz Roja o las organizaciones dedicadas al apoyo de niños con cáncer o con otros padecimientos). Esa madrugada también se les asestó una puñalada trapera a los productores del campo.

“Buena parte de los productores del país que estaban en el régimen de actividades del sector primario y que pagaban cero por ciento del Impuesto Sobre la Renta, se levantarán (este miércoles) para enterarse que van a pagar hasta un 2.5 por ciento, porque eso votaron esta noche. Buena parte de esos productores, que creyeron que no iban a modificar su carga tributaria, se despertarán esta mañana sabiendo que de pagar la tasa preferencial del 21% del ISR, la tendrán que absorber hasta en un 35%. Esto fue lo que votó la mayoría esta noche al derogar la fracción III del artículo 74 constitucional”, explicó Yunes Zorrilla desde la tribuna.

“Hoy se castiga al productor, hoy el voto de la mayoría vuelve a generar una carga excesiva al sector productivo que en la época de crisis y de pandemia dio la cara por este país”, sentenció el diputado veracruzano.

En la actualidad las personas con Actividades Agrícolas, Ganaderas, Silvícola y Pesca (Agapes) no pagan Impuesto Sobre la Renta (ISR) por los primero 1.3 millones de pesos de ingresos anuales; si su ingresos se ubican entre 1.3 y 13.8 millones de pesos anales, la tasa de ISR tiene una reducción del 40%, es decir que como máximo se paga una tasa del 21%.

Si los ingresos son superiores a 13.8 millones de pesos por año, pagan una tasa de ISR de hasta el 35%.

Además, en este régimen tienes facilidades administrativas, como retención del 4% de ISR a trabajadores del campo; la devolución del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) pagado en la adquisición de diésel, y gastos menores sin CFDI (comprobante fiscal digital) de hasta el 10% de los Ingresos sin exceder 800 mil pesos en el año.

Hasta este año, los pequeños productores con ingresos de hasta 1.3 millones de pesos anuales no tienen obligaciones fiscales, salvo la de enterar las retenciones efectuadas; tienen diversos estímulos federales, estatales y municipales; no tienen impedimentos para ser socios o asociados de personas morales como Uniones de Crédito, Sociedades Cooperativas, Fondos de Aseguramiento, Sociedades de Producción Rural, Asociaciones Agrícolas o Ganaderas.

Sin embargo, con las reformas a la Miscelánea Fiscal aprobadas la madrugada de este miércoles, estos mismos productores se quedan fuera del régimen de “Agapes” y se les envía a tributar en el Régimen Simplificado de Confianza (RSC) o en el Régimen de Actividades Empresariales y Profesionales (AEP).

En el caso del RSC, sólo es aplicable a personas físicas con ingresos de hasta 3.5 millones de pesos de ingresos anuales; desde el primer peso de ingresos pagan ISR; pierden las facilidades administrativas, no pueden ser socios o asociados de personas morales, no pueden tener estímulos fiscales de ningún tipo, y sin importar el nivel de ingresos, tienen obligaciones fiscales como presentar declaraciones anuales, contar con buzón tributario, tener firma electrónica y efectuar pagos provisionales mensuales, obligaciones que actualmente sólo tienen personas físicas con ingresos mayores a 1.3 millones de pesos de ingresos.

Esta batalla la ganaron, por “mayoriteo”, Morena y sus aliados, pero será una victoria pírrica, ya que tendrá un alto costo político.

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(De la columna "PUNTO DE VISTA")