El mensaje en la oficina del Presidente López Obrador fue claro: la candidata o candidato de Morena al Gobierno de Veracruz no vendrá del gabinete estatal. Las posibilidades de competencia no están con alguien del equipo de Cuitláhuac García Jiménez. 

Y es que en una época donde es válido mostrar aspiraciones por la gubernatura, más de dos secretarios estatales revelaron sus cartas-credenciales con miras al 2024. AMLO se enteró, y así, de tajo, cortó cualquier intentona que no contara con su anuencia de participación. 

Existen tres informantes del Presidente inmiscuidos en el Gobierno de García Jiménez, sin que él, (o alguno de sus cercanos), estén enterados. En palabras del propio AMLO no se trata de espionaje, sino “de un acto que cuida sus intereses y la elección del 2024 para Veracruz”. 

Los enviados de AMLO podrían pasar como “empleados promedio” pero, lógicamente, no lo son. El primero se mueve en la Secretaría de Gobierno, es hombre y “se trata de un personaje en el que todos confían”, me comentan en la consejería jurídica de Palacio Nacional. 

El segundo tiene más de año y medio enclavado en el Congreso de Veracruz, y ahora, con el cambio de legislatura, permanecerá más cercano tanto a la Mesa Directiva como a la Jucopo. El último de ellos, una mujer, informa desde la Secretaría de Educación. 

Los tres amigos de AMLO reportan de manera semanal, a menos que sea necesario comentar algún tema urgente o especial; de ser así, la comunicación es telefónica a la Secretaría de Gobernación. 

Y es que hay un coordinador de las elecciones en los estados rumbo al 2024 con un encargo particular en Veracruz: Adán Augusto López. 

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