Más allá de las suspicacias por la salida de Santiago Nieto Castillo de la Unidad de Inteligencia Financiera, queda la duda de la capacidad administrativa de Pablo Gómez Álvarez para ocupar tan importante puesto. 

Y no es que se dude de la capacidad política de Pablo Gómez o de su honradez, pues de esto al parecer no hay quien las cuestione… sin embargo, en toda su carrera no ha ocupado ni un solo puesto administrativo de importancia y toda ella la ha desarrollado en las filas partidistas o legislativa. 

Y como diría el propio AMLO, hay tareas que no son como hacer tamalitos de chipilín, y la Unidad de Inteligencia Financiera es una de ellas pues es el pilar donde se recarga AMLO en su lucha contra la corrupción. 

Como apunta el periodista Miguel Ángel Cristiani González en su columna “Bitácora política”, lo primero que tiene que hacer Pablo Gómez es “demostrar que tiene la capacidad para investigar las operaciones de lavado de dinero y el desvío de recursos públicos”. 

Y si quiere demostrarlo y demostrar que hay imparcialidad en su actuar, bien podría entrarle al caso del líder de MORENA, Mario Delgado, al que se le vio saliendo de Palacio Nacional cargando un par de sospechosas maletas. Lo anterior, per sé, no es malo, pero como dicen en el argot, no hagas cosas buenas que parezcan malas. 

Cristiani González se pregunta “¿Cuándo se había visto -nunca antes- que el dirigente del partido en el poder, saliera cargado con maletas de palacio nacional?”. 

Lo anterior deja en el tintero varias preguntas que el propio Miguel Ángel Cristiani González elabora: 

- ¿Por qué el presidente nacional del partido MORENA sale de palacio nacional cargando mochilas llenas? 

- ¿Qué era lo que llevaban esas mochilas? 

- ¿Seguro que no eran boletas para la revocación de mandato como tampoco propaganda partidista? 

- ¿Cuál era su origen y destino? 

Pero son preguntas que no solo se hace Cristiani González, sino que quedaron en la impronta nacional y de los que vieron el video de Mario Delgado saliendo de Palacio Nacional cargando maletas como si fuera a ir de viaje.