El desencuentro entre Ricardo Monreal y Dante Delgado con Cuitláhuac García Jiménez por la detención de José Manuel del Río Virgen y la detención y posterior liberación de los jóvenes acusados de ultrajes a la autoridad no serán, ni de cerca, el Waterloo del Gobernador de Veracruz. 

Tampoco derivarán en la caída de la Fiscal Verónica Hernández Giadáns, ni del Secretario de Gobierno Eric Cisneros Burgos, como se ha señalado en algunas ocasiones. 

Y es que no se necesita tener un oráculo para pronosticar lo anterior, teniendo en cuenta varios factores. El primero de ellos es que guste o no guste, cuadre o no cuadre, hay un marco legal en el que los delitos de ultrajes a la autoridad están establecidos. Que ha habido, hay y podrá haber abusos por parte de la autoridad, eso es innegable, pero como el mismo gobernador Cuitláhuac García Jiménez lo ha reconocido, todas las leyes son perfectibles. 

Por otra parte, en el caso de Del Río Virgen, incluso hoy el presidente López Obrador le volvió a dar otro espaldarazo al Gobernador, quien pareciera que también se suma a la campaña #ResisteCuitlahuac. 

AMLO reiteró que es un asunto que lo va a resolver la autoridad competente y dijo en la Mañanera de hoy: “ya en su momento expresé que le tengo absoluta confianza a Cuitláhuac García, gobernador de Veracruz, que lo considero un hombre con principios, una gente honesta. Dije y repito que llevaba mucho tiempo Veracruz sin tener un gobernador como Cuitláhuac García… no veo que Cuitláhuac esté actuando de manera ilegal o injusta, le tengo confianza. Lo demás pues son asuntos de posturas, de legisladores que tienen también derecho a manifestarse a expresarse, pero no pasa nada, no sucede absolutamente nada. Mis paisanos veracruzanos están muy despiertos, ya no se dejan chorear, ya es otra cosa… entonces no va a suceder nada, el pueblo apoya a Cuitláhuac, la mayoría lo apoya y nosotros también”. 

Así que el que sepa leer... que lea. "El pueblo lo apoya y nosotros también", por lo que quien conoce cómo se hace la política debería saber que ningún gobernador cae sin la venia presidencial, y mucho menos en esta 4T donde -aunque se niegue- pareciera que no se mueve una hoja del árbol sin la aprobación del número 1. Aceptar una eventual renuncia de la Fiscal, del Secretario de Gobierno o cualquier revés, implicaría una autocrítica que pocas veces se ha visto anteriormente y que ahora sigue sin verse. Podrá darse el caso de que se revise la ley que determina los ultrajes a la autoridad, pero tampoco será en breve. 

A los veracruzanos, eso sí, el tema de Del Río Virgen no es algo que les quite el sueño pues es un tema del círculo rojo, de la política y los políticos, y los veracruzanos están más preocupados hoy por el incremento brutal al precio del café, que de lo que digan o dejen de decir Monreal y Dante.