Justo cuando comienza a bajar (un poco) la 4a ola de contagios de COVID-19, derivado esta principalmente por la variante Ómicron, se vuelve a poner en tela de juicio la actuación del Subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, al hacerse visible las denuncias en su contra por parte de familiares de fallecidos por dicha enfermedad. 

A Hugo López-Gatell se le señala como responsable de la muerte de mexicanos por omisiones en el manejo de la pandemia principalmente. Ante esto, AMLO en la Mañanera de Hoy nuevamente salió al quite de su empleado y le dio un fuerte espaldarazo señalando que la denuncia en su contra es una desproporción, irracional y que conlleva mucho odio. 

Sin embargo, lo que miles de mexicanos ven es la desproporción en el número de casos y muertos, lo irracional de algunas medidas de protección que o no se tomaron o se siguen tomando sin sustento científico, y odio, mucho odio por parte de quienes perdieron a seres queridos por la falta de una adecuada atención en los centros hospitalarios, la falta de medicamentos, la falta de equipo o espacio, la falta en sí, de ánimo por parte del gobierno. 

Pero para AMLO esto no es más que pura politiquería e incluso se atrevió a soltar la frase que los bots ya se están haciendo cargo de hacerla viral en redes “Todos somos Hugo”. 

Y es que aunque nadie puede negar que las campañas de vacunación han sido implementadas con satisfactorio éxito, también sigue siendo inexplicable el por qué se sigue escatimando y negando la vacunación a menores de 15 años cuando en los principales países del mundo esto ya es práctica común. 

Es cierto también que la pandemia tomó a México con un sistema de salud empobrecido y sin las herramientas suficientes, pero después de dos años de pandemia es la fecha que cientos de hospitales del país siguen padeciendo limitaciones, falta de medicamentos, carencia de personal médico y exceso de burocracia. 

No es que “Todos somos Hugo” y no es que Hugo López-Gatell sea el verdadero causante de todos los males de la pandemia en el país, lo que realmente pasa es que sí ha habido errores, pifias graves en la estimación del impacto y severidad de la pandemia, y que eso en cualquier otro momento hubiera sido motivo suficiente para -cuando menos- despedir a López-Gatell. Pero como AMLO no se equivoca (y si se equivoca vuelve a mandar), no habrá justificación alguna para que López-Gatell se vaya. No por exceso de méritos, sino por falta de autocrítica de la 4T. 

#TodosSomosHugo, es el hashtag que se activó para defender a López-Gatell. Y no, tal vez no todos somos Hugo, pero lo que sí es que de una u otra forma todos hemos sido afectados por las decisiones de Hugo.