Esta mañana en los cafés de la capital, los sabios bebedores del emblemático aromático veracruzano abordaron en tema de la pasada contienda interna del PAN por la presidencia de su Comité Directivo Estatal en Veracruz, a propósito de que este medio día se llevaría al cabo la sesión pública del Tribunal Electoral del Estado de Veracruz con el objeto de resolver, entre otros, los medios de impugnación que interpuso Joaquín Rosendo Guzmán Avilés en contra de la Comisión de Justicia del Consejo Nacional del PAN y otras más por supuestas irregularidades en el cambio de última hora que se realizó en la candidatura a la presidencia por parte de Federico Salomón en lugar de Tito Delfín Cano. 

Las violaciones impugnadas tenían que ver con que: 

1.- No se podía sustituir al candidato a la presidencia del CDE, como finalmente sucedió en la persona de Federico Salomón. 

2.- El cambio no fue realizado en tiempo y forma. 

3.- El candidato sustituto no cumplió con el respaldo de firmas que estipulaba la convocatoria para su registro (las firmas que se presentaron favorecían a Tito Delfín Cano y no a Federico Salomón). 

4.- La Comisión Permanente del Consejo Nacional del PAN resolvió que era procedente el cambio de candidato con base en la cláusula de la Convocatoria en la que se estipulaba que “lo no contemplado” sería resuelta por esa Comisión, cuando la no sustitución del candidato estaba totalmente explícita en la Convocatoria. 

El tema se reaviva porque este medio día sesionó el Tribunal Electoral de Veracruz y ordenó repetir elección interna del PAN y revocar la dirigencia de Federico Salomón. 

La resolución resultó así luego de que los magistrados Tania Vázquez Muñoz y Eduardo Sigala votaron a favor de invalidar y repetir el proceso, contra el voto de la magistrada presidenta Claudia Díaz Tablada (sí, justo como se dio la votación en el TEV para determinar la elección municipal del Puerto de Veracruz).  

Sin embargo, como en todos los procesos judiciales aún nadie puede cantar victoria pues no son pocos los casos que ha dictaminado el Tribunal Estatal de Veracruz y los órganos electorales superiores les han echado abajo. 

Así que a esperar, pues tan solo hay que recordar lo que sucedió con la elección pasada en el Puerto de Veracruz, que el TEV la invalidó y el tribunal federal la dio por buena. 

Lo más recomendable entonces es echarse unos buenos lecheros con una bomba de natas, y esperar el próximo palo que le den al TEV, quien ha demostrado que sus magistrados y la carabina de Ambrosio son algo muy pero muy parecido.