Uno de los casos tristes de los neoalcaldes en Veracruz, por las expectativas que había creado, es el de Poza Rica, donde gobierna el famoso Fernando, el ‘Pulpo’, Remes. 

Aquel parador en corto de los Tigres capitalinos que formó parte del cuadro del millón de pesos junto con Gregorio Luque, Rubén Esquivias, Arnoldo ‘Kiko’ Castro y Armando Murillo y que hizo campeón por dos temporadas consecutivas a los Felinos, hoy que se metió a la política esa experiencia de saber jugar en equipo, en coordinación y con buen ánimo no le está sirviendo de nada. 

Pozarricenses comentan que desde que el Pulpo Remes se sentó en la silla de la presidencia municipal enloqueció, por todos lados ve a presuntos traidores, ratas, flojos o buenos para nada. Opera la presidencia como lo hacía en su empresa de transportes: a gritos y sombrerazos. En cuanto a los programas de gobierno no comienza a atar ni a desatar. 

No son pocos los colaboradores y ciudadanos que ya no lo aguantan, y eso que apenas lleva menos de tres meses, en los cuales, como dice el clásico tiempo al tiempo, todo es cuestión de tiempo para que ‘tire la toalla’, como él mismo ha gritado frente a sus ‘ineptos’ colaboradores. 

Lástima que el ‘Pulpo’ teniendo una amistad tan cercana con AMLO (fincada en su afición por el beisbol) no esté mostrando todavía la altura de miras para gobernar bien a Poza Rica, municipio que en verdad necesita empuje y nuevas ideas para sacar del hoyo a esa expujante población en la que, de repente, el petróleo dejó de impactar en la economía.