AÚN cuando en tiempo y forma el Instituto Nacional Electoral, dio a conocer los tiempos considerados como silencio gubernamental y de los propios partidos políticos para que no se hicieran promociones políticas ni de obra material hasta en tanto no concluya el proceso de consulta popular denominado revocación de mandato, ni las autoridades federales ni las estatales, además del partido político en el poder, han tomado en serio esta veda electoral y por todos lados se ve publicidad política tendiente a llevar el mayor número de ciudadanos a las urnas el próximo diez de abril.

Pocos son los que han atendido estas restricciones legales, porque la mayoría ha seguido los lineamientos marcados por el presidente de la república, en franca rebeldía hacia el cumplimiento de las disposiciones que ha emitido el órgano encargado de llevar a cabo esta consulta, de tal manera que se han estado violando constantemente las normas relativas a este proceso y seguramente será el propio Instituto Nacional Electoral, quien imponga las sanciones correspondientes, una vez que haya terminado esta jornada establecida en la constitución general de la república.

El mismo órgano encargado de la organización de este evento político electoral, ha reiterado la veda electoral, incluso, al mismo presidente, quien no ha querido atender las instrucciones y se ha dedicado a publicitar la revocación de mandato, sabiendo de antemano que esta es una forma, no de que le lleguen a revocar su tiempo de gobierno, sino de autocomplacerse con un resultado que podría, de antemano, estar a su favor, luego de que las mismas encuestas han referido que un buen porcentaje estaría a favor de la continuación del presidente, hasta que culmine el sexenio que constitucionalmente le corresponde gobernar.

Tanta es la evidencia de la violación de las disposiciones electorales, que el mismo presidente de la república, se apresta a inaugurar el aeropuerto internacional Felipe Ángeles, entendiendo que esta obra material es producto de este gobierno, lo que estaría prohibido, luego de que la puesta en marcha de este proyecto federal, se enmarca dentro de los tiempos que el propio INE ha establecido como silencio electoral, además de no promover la obra presidencial o gubernamental, cuando faltan, aproximadamente veinticinco días para que tenga lugar la realización de la jornada popular elativa a la revocación de mandato.

Así es que el INE tendrá mucho trabajo, si es que lo quiere realizar, para poder aplicar las sanciones correspondientes a quienes hayan faltado al mandato legal de no promover la consulta popular ni tampoco realizar actividades que tengan que ver con el trabajo oficial, como es el caso citado, independientemente de otras actividades más que han quedado evidenciadas como violatorias de la veda electoral.

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