El intento de transparentar la democracia sindical, que transforme de raíz los liderazgos charros, podría decirse que en sus inicios ha fracasado porque hasta hoy los procesos que se han dado, por ejemplo en el gremio petrolero, han sido más de lo mismo, las mismas prácticas, amenazas, compra de votos, acarreados, presión y la derrama de mucho dinero. 

Pero todo será cuestión de tiempo, cuando las bases se den cuenta de que con su voto pueden tumbar gigantes del charrismo sindical. 

Al menos en los procesos que se han dado -y los que están en curso- se puede y se ha podido conocer santo y seña de aquellos pésimos elementos sindicales que han hecho y deshecho con la charola de líderes conseguidas con la fuerza y la intimidación. 

Por ejemplo, ¿Qué decisión podrán tomar los maestros afiliados a la Sección 56 del SNTE al enterarse de lo que publica hoy aquí el periodista Alfonso Mora Chama acerca del profesor Reveriano Marín Hernández? 

¿Qué decisión podrán tomar los maestros de alguien que por tercera ocasión intenta representarlos, al enterarse por lo que escribe aquí Alfonso Mora Chama, de que Reveriano Marín solo cumple los caprichos, manejos y órdenes del secretario general de la Sección 56, Mario Hernández Sánchez? Quien lo maneja a su antojo para continuar con su cacicazgo ante la desesperación y tolerancia de los maestros pertenecientes a esta sección por la cual han desfilado desde un Rafael Alfonso Sánchez, un Refugio, Cuauhtémoc, Felipe, Moncayo, quienes mantuvieron firme esta agrupación estatal. 

La  información es poder y si los maestros o las bases sindicales la utilizan con responsabilidad podrían limpiar los gremios en cuanto se lo propongan. 

Depende de cada quién y su propia determinación. 

Pase aquí y entérese de quién es, según Alfonso Mora Chama, este señor que quiere ser el líder de la 56. Columna completa aquí.