Le ha puesto sabor al caldo la postura férrea que ha mantenido el senador zacatecano Ricardo Monreal Ávila, de mantener contra viento y marea su decisión de inscribirse en el proceso interno de MORENA para elegir candidato a la presidencia. 

En reciente entrevista que le dio el senador al periodista Joaquín López Dóriga, justificó su actuar así: “Lo único que he hecho a través de la historia es ser un hombre leal con el presidente López Obrador; lo digo categóricamente: mantengo mi posición de inscribirme en el proceso interno de Morena para elegir candidato a la Presidencia. Una vez que se lance la convocatoria, me inscribiré de acuerdo con ella”. 

Agregó “no he declinado, no voy a declinar, y está muy clara mi posición: no lo hago como una ambición vulgar, sino como aspiración para enfrentar los desafíos tan enormes que tiene el país, para profundizar el proceso de transición política que vive México, eso no debe molestar a nadie”. 

Lo anterior no es nuevo, es la misma postura que ha mantenido a lo largo de su historia política y ante las cúpulas de cada partido en los que ha militado. 

Así, luego de no resultar favorecido en sus pretensiones de escalar en la política, los abandonó y buscó cobijo en otras fuerzas políticas. PRI, PRD e incluso dentro de MORENA, lo ha hecho y, por decir algo, le ha resultado. 

Su posición actual en el Senado lo confirma, antes del cambio de gobierno en el 2018 también le jugó a las vencidas a AMLO hasta que le sacó la promesa de ubicarlo en un lugar preponderante en su gobierno. 

Así que resulta lógico lo que viene: Monreal se inscribirá en el proceso y perderá, las encuestas no le favorecerán como actualmente pasa cada vez que las principales encuestadoras del país miden la popularidad de los aspirantes a la presidencia tanto de MORENA como de los demás partidos. 

La pregunta es, ¿Las cúpulas económicas y políticas que manejan la oposición actualmente en la oposición estarán dispuestas a sacrificar a sus piezas y darle la candidatura a Ricardo Monreal?