Quizá porque parece que la pandemia está por terminar, quizá por la invasión de Rusia a Ucrania, quizá por los controvertidos temas entre los que se fueron y los que quieren consolidar su gobierno, es que los temas de la educación y la salud han pasado a segundo término en el país, cuando debieran ser los primeros. 

Al menos en lo que toca al sector salud el tema está que echa humo puesto que a tres años de espera, el famoso INSABI quién sabe a qué juega o qué es lo que pretende.  

El IMSS y el ISSSTE han dado en estos tres años el peor servicio de la historia. Sin medicamentos, sin consultas con especialistas ni con médicos familiares; operaciones programadas con hasta un año de espera; e ir a urgencias es irse a morir en los pasillos de espera. 

Al menos en Xalapa, estos dos sistemas de salud navegan en la ineficiencia y la quiebra. En lo que corresponde a los servicios de salud estatales la situación es muy parecida. 

En el actual gobierno no se le ha encontrado la cuadratura al círculo y eso sí es motivo de profunda preocupación, puesto que se ha ofrecido salud para todos y medicamentos gratuitos pero eso está muy lejos de ser cierto. 

Se ha hablado mucho de que el problema en el Sector Salud era la corrupción que imperaba en el sistema de adquisiciones de medicamentos al que se le puso freno de golpe a la vez de provocar un mortal desabasto de medicamentos en las clínicas y hospitales del país que afectó a toda la población usuaria de los servicios médicos oficiales.   

Hace ya tres años que cientos de miles de asegurados del IMSS y del ISSSTE han debido pagar por sus medicamentos y recurrir a servicios médicos particulares sangrando su economía, pero eso sí, los patrones y los ‘beneficiarios’ han debido seguir pagando sus cuotas rigurosamente. 

Esta mañana, el titular de la Secretaría de Salud, Jorge Alcocer -quien incluso ha hecho acusaciones de que en las entidades se roban los medicamentos sin que hasta la fecha se sepa de castigados por ello- anunció como un triunfo que “del 13 al 19 de marzo, se entregaron 114 millones 553 mil piezas de medicamentos; así como, mediante el programa INSABI-IMSS se distribuyeron otros 14 millones 891 mil 647 insumos médicos en 1,301 unidades de salud de 31 entidades”. 

Sin embargo, a Don Jorge Alcocer se lo olvida quizá que ya el problema en el Sistema de Salud no es solo la falta de abasto de medicamentos sino que el sistema está roto. La atención, Don Jorge, es pésima, la falta de mantenimiento en clínicas y hospitales impiden el buen funcionamiento de aparatos y equipos médicos. Hace falta personal especializado, pues con la pandemia muchos especialistas murieron y no han sido reemplazados; los pasantes de medicina son reducidos casi a sistemas esclavistas y puestos a dar un servicio para el que aún no están capacitados. 

En Veracruz, si el IMSS funciona deficientemente, el ISSSTE está peor… desde que eliminaron el cargo de Delegado Federal, la institución anda de cabeza. Los directores de las clínicas se volvieron reyes intocables e inaccesibles. 

El dolor humano no le importa a nadie. 

Es muy loable que se realicen obras necesarias para el país, pero también se debe atender, y con mayor cuidado, lo que al menos no bien pero funcionaba regularmente. 

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