Como parte de la lucha por el poder en el país, la actual Fiscal General de Veracruz, Verónica Hernández Giadáns, es constantemente cuestionada por el cumplimiento de su deber y a pesar de que varios de los temas calientes de la inseguridad se han controlado y disminuido -como el de los secuestros que asolaban a la entidad-, la percepción social negativa sigue siendo incentivada desde las siglas políticas opuestas al actual régimen de gobierno. 

“Así que la única forma de modificar esa percepción social es continuar dando resultados cada día con nuevas fuerzas e imaginación para seguir con un paso delante de la delincuencia”, según fue comentado a quien esto escribe en entrevista exclusiva por la Fiscal General del Estado de Veracruz, Verónica Hernández Giadáns. 

La gestión de la Fiscal General se ha enfocado, en primer lugar, a procurar la justicia a los veracruzanos con la mayor transparencia y el respeto a los derechos humanos, aplicando solamente la ley y con toda la voluntad política de que ningún delito quede impune. Pero también a mejorar la eficacia interna de la dependencia, a la depuración de los cuadros de mando, pero sobre todo atender las demandas de los familiares de las víctimas que el proceso delincuencial que vive el país ha dejado. 

Al respecto, la Fiscal Verónica Hernández Giadáns nos dio solo un ejemplo que coadyuva a la solución de una crisis en materia forense, en la que el desarrollo de las capacidades institucionales en esta materia se había inexplicablemente postergado, tanto en el ámbito federal como de las entidades federativas, es decir, no se estaba a la altura de los requerimientos que el país exigía en este tema. 

Se trata, dijo la Fiscal Verónica Hernández Giadáns, de la Unidad Integral de Servicios Médicos Forenses de Nogales, Veracruz, inaugurada el 6 de octubre del año pasado por el gobernador de Veracruz Cuitláhuac García Jiménez y la presencia del Subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas Rodríguez, quien reconoció que de esta manera se le daba respuesta al reclamo legítimo de las familias que buscan a sus seres queridos desaparecidos y darles un trato digno y respetuoso a su dolor. 

Quizá pocos lo recuerden, porque suele suceder que lo positivo se olvida y lo negativo se afianza en la memoria pública, pero en la actual administración se realizó una obra y una inversión que vino a ayudar con la solución del problema toral que los colectivos tenían en la búsqueda de personas desaparecidas, que es la certeza en la identificación de los cuerpos encontrados.  

Y aunque en la descripción de la obra se incluyen muchos datos técnicos y algunos más de penosa existencia, vale la pena echar una mirada por lo que es en sí la Unidad Integral de Servicios Médicos Forenses, construida con recursos propios de la Fiscalía General del Estado. La Unidad es única en su tipo en todo el país y a la fecha se ha convertido en el punto científico que demandaron durante años los colectivos de búsqueda de personas desaparecidas -desde el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa-; pues luego de las grandes peripecias, dolor y desgaste físico por encontrar cuerpos de sus seres queridos, se topaban con el inconveniente de no tener manera de identificarlos, lo cual resultaba terrible. 

En la Unidad se aplicó una inversión de 130 millones de pesos y fue equipada con tecnología de punta, laboratorio de genética forense, Servicio México Forense (SEMEFO) y un cementerio ministerial con capacidad de 210 cuerpos. 

La Unidad Integral de Servicios Médicos Forenses incluye además varias plataformas automatizadas para extracción de muestras de ADN que permiten hacer perfiles e identificación de la manera autónoma; los cuartos fríos trabajan aún sin electricidad por un tiempo determinado y sus condiciones son monitoreadas de manera distante; el área de necropsias está equipada con cuatro planchas en la zona de frescos y dos planchas en la de putrefactos, lo que permite agilidad en la identificación y la grabación de las autopsias para poder utilizarlas como evidencia ante la Fiscalía. 

Para evitar la contaminación, la Unidad cuenta con una planta de tratamiento de aguas rojas, con capacidad para procesar en tres pasos 4 mil litros diarios de líquido, antes de ser incorporadas a la red municipal. 

Y lo que más se había demandado a nivel nacional era una base de datos forenses y ADN, mismas que ya se llevan a cabo en la Unidad, lo que permite la identificación oportuna de víctimas y familiares, para determinar de manera óptima la identidad de los restos humanos recuperados. 

En materia de voz y datos, la Unidad cuenta con la tecnología e infraestructura necesaria para hacer frente a los compromisos que a nivel federal se establecen para el Uso de la Base Nacional de Información Genética, contando con la certificación de los procesos y la certificación de las áreas que conforman la Unidad, en especial del laboratorio de genética, el cual calificará para acceder a recursos como el CoDIS (Sistema de Índice Combinado de ADN), una herramienta que posibilita el ingreso, almacenamiento, intercambio y confronta de datos genéticos a nivel regional y nacional. 

En el edificio se cuenta con un site de comunicaciones y centro de datos y un área de monitoreo. Este site de comunicaciones cumple con las características técnicas que aseguran el funcionamiento continuo y sin pérdida de las comunicaciones, así como también garantiza la integridad, disponibilidad y resguardo de la información pericial. 

Así que por lo que se puede apreciar, esta obra es de tal trascendencia para los propósitos que fue realizada, que no se puede dejar de mencionar. 

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