En el PRI de Veracruz lo que hace falta, como diría Kalimán, es “Serenidad y paciencia”. 

La escaramuza que se dio este fin de semana vino a revivir el espíritu tricolor y a mostrarle a propios y extraños que todavía hay pasión, mucha pasión, al interior del Partido. 

En los últimos días se dio una serie de comentarios y declaraciones que se fueron concatenando hasta hacer que algunos perdieran la compostura. Primero, una entrevista de Marlon Ramírez Marín donde habla de los resultados de la elección extraordinaria y de la futura sucesión en el PRI cuando concluya su periodo el próximo año… después en otra entrevista, Pepe Yunes cuestiona a Marlon Ramírez y dice que hay que hacer una revisión interna del partido y la actuación del líder estatal; y de allí para el Real, todo fue una sucesión de sumas y restas bastante interesantes. 

Héctor Yunes se suma con lo externado por Pepe; Joel Arcos le responde con sorna a Pepe Yunes y señala que las cosas están mal desde que él estaba; y así por el estilo otros actores más también se subieron al ring como Mauricio Carlín, Alfredo Ferrari, Ismael García Huesca, entre otros muchos. 

Lo cierto es que todos tienen razón, pero nadie está libre de culpas. 

Renato Alarcón, presidente de la Fundación Colosio, fue uno de los más moderados y sobrios con respecto a este tema: “Nuestra circunstancia política obedece a desaciertos y omisiones que hemos cometido. Si queremos recuperar el rumbo y la senda de la competencia política tenemos que hacer una profunda reflexión de lo que todos hemos hecho. Hago votos por un PRI de Veracruz que sea de y para todos”… es decir, el que esté libre de pecado, que tire la primera piedra y aquí, la culpa es de todos. 

La circunstancia que vive el PRI va más allá de la actuación de una sola persona. No se puede responsabilizar a Marlon de las derrotas porque tampoco se le adjudican a él los triunfos. 

Como todo líder, tendrá aciertos y desaciertos, pero la sumatoria de los desaciertos y los yerros de Marlon, de Pepe, de Héctor, de Américo, de Amadeo, de Alfredo… más Duarte, más Peña, más Videgaray, más todo el directorio priísta que pueda usted citar, es lo que los ha llevado a una circunstancia como la que hoy viven no solo los priistas de Veracruz, sino los de todo el país. 

La evaluación del PRI tiene que empezar no por el interior del Comité Directivo Estatal, sino por lo que ha hecho cada uno de los priístas en los últimos años y por lo que el PRI dejó de hacer al alejarse de las causas populares. 

Los priístas de Veracruz necesitan adoptar la sabiduría de Kalimán y tener “serenidad y paciencia”, pues todos, absolutamente todos, son corresponsables de la situación del tricolor. 

Antes de seguir pensando en quién será el candidato para el 2024 o quién se quedará con la dirigencia del partido el próximo año, se debe entender que aún dentro del PRI hay quienes han vendido al partido buscando beneficios personales. 

Como escribió Renato, los priistas necesitan un PRI de Veracruz de y para todos. 

Antes de pensar en ganar nuevas elecciones, deben volverse a ver todos juntos en eventos y reuniones, como antes, cuando los unía la convicción del triunfo. ¿Cuándo fue la última vez que se reunió en grande toda la familia priísta? 

La unión, solamente la unión, les dará fuerza. 

@AtticussLicona

(COLUMNA "POLÍTICA AL DÍA")