En los cafés políticos de la Capital Veracruzana se comenta que una de las razones por las cuales el priísmo anda de capa caída es porque muchos de sus líderes, una vez que llegan al poder, se suben a un tabique y se marean. 

¡Ahhhh! Pero eso sí, cuando quieren el voto son un pan. 

Y es que los sabios bebedores de café comentaron extrañados la actitud que ha tomado Carlos Rugerio Martínez desde que lo nombraron regidor que los pocos que pudo meter el PRI en la actual comuna de Ricardo Ahued. 

¿Se imagina Usted? -le preguntó un comensal al otro- El regidor, sintiendose todo un Juan Camaney, se placea en los pasillos del Ayuntamiento con un aire de perdonavidas que no le granjeará simpatías. 

Algo raro está sucediendo con Carlos Rugerio Martínez, quien ocupara la cartera de Presidente de la Red de Jóvenes Priistas por México, abogado por la Universidad Veracruzana, proviene de las filas del liderazgo universitario y se esperaba de él una actuación no solamente madura, sino incluso sobresaliente. 

Sin embargo, desde la titularidad de la Comisión de Ciencia y Tecnología, y la titularidad del Impuso a la Juventud, Carlos Rugerio Martínez no ha dado bola en los tres meses que lleva en el gobierno. 

Lo curioso es que también le ha dado por faltar a los eventos importantes del PRI, a los que antes ni por error se los perdía. Por ejemplo, muchos extrañaron su presencia cuando vino la plana mayor de la CNC con todo y su líder, el diputado federal Ismael Hernández Deras, para participar en las actividades por el 99 Aniversario de la Liga de Comunidades Agrarias, Sindicatos y Organizaciones Campesinas en Veracruz. 

Como que esos eventos, y otros eventos más del PRI, parece que ya le causan repelús a Rugerio Martínez. 

En fin, que antes de cobrar su primer cheque saludaba hasta a desconocidos y se sentaba en la mesa a analizar con otros distinguidos priístas cuál es la fórmula adecuada para que el PRI brille nuevamente… pues don Carlos Rugerio, le pasamos el dato: así no. 

Canillazos duros para los priístas que, siendo cada vez menos en posiciones de poder, se suben a un tabique y se marean.