Técnicamente nadie podía esperar una decisión diferente a la que tomó este día el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que declaró, como debía de ser, inválida la Consulta de Revocación de Mandato. 

La principal razón, y la única, que expusieron los Magistrados y Magistradas del Tribunal fue el que no se logró el 40% de participación ciudadana que exige la Constitución. 

¡No podía ser de otra manera dados los votos emitidos! 

La conclusión que expuso al término de la sesión de hoy el magistrado presidente Reyes Rodríguez Mondragón fue: “No hay lugar para emitir la declaratoria de validez del proceso de Revocación de Mandato del titular del Poder Ejecutivo Federal electo para el periodo Constitucional 2018-2024, al no haberse alcanzado el porcentaje mínimo de participación exigido por la Constitución”. 

Mucho se ha sostenido que la Revocación de Mandato era muy necesaria y útil en este país que ha padecido a presidentes tan frívolos como José López Portillo o al mismo Vicente Fox Quezada, entre otros tan mediocres como Miguel de la Madrid o Felipe Calderón, sin contar otros como Carlos Salinas y Enrique Peña Nieto que se han cargado por completo hacia el poder empresarial. 

Lo que en este espacio se comentó en varias ocasiones es que el principal problema del actual proceso de Revocación de Mandato fue la forma en que se gestó… esto es, que se tuvo que lograr primero millones de firmas para determinar si se hacía la Consulta y además, que su validez dependía de una participación mínima del 40% del Padrón Electoral. 

Cosa muy diferente hubiera sido si en la Constitución se hubiera establecido que la Revocación de Mandato se realice a los tres años de gobierno llueve, truene o relampaguee, para que así nadie en un futuro pueda evitar o desincentivar la consulta ciudadana.