Un PAN partido lanza sus primeros gritos de guerra. No necesitan al ‘Chapito’ ni a Julen ni a su gente según se infiere de las declaraciones de la senadora azul Indira Rosales. 

Algo que los políticos vencedores de antes hacían era hablar del restablecimiento de las relaciones políticas con los adversarios derrotados.

La ‘operación cicatriz’ se le conocía a esa operación que desde luego nadie creía, pero era la costumbre de ponerle hielo a las rispideces y todo el lodo negro y hediondo que se había ventilado durante los procesos definitorios del poder.

Aún así, la mayoría de las veces las bases se lo creían y poco a poco el tiempo que todo lo sana, iba limando asperezas y regresaba la paz por el bien de los intereses correligionarios de decía.

Pero hoy los tiempos de la decencia política cambiaron, por ejemplo, en el PAN jarocho donde el máximo tribunal electoral del país acaba de levantar la mano a uno de los dos grupos en pugna, los vencedores se jactan de su triunfo mirando de frente y sin buscar armonías ni restañar heridas con los vencidos.

Lo anterior no extraña, pues conocido es el odio jarocho entre el exgobernador de Veracruz Miguel Ángel Yunes Linares y el actual senador Julen Rementería del Puerto; aborrecimiento tan profundo que ha escalado a los hijos, a sus familias y hasta las bases del panismo local.

Una cruel guerra intestina en la que los llamados ‘Yunes del Estero’ Miguel Ángel Yunes Linares, sus hijos y ahora su nuera Patricia Lobeira Rodríguez le han ganado de todas las partidas a los  Rementería que se han tenido que conformar con las sobras que con mucho esfuerzo han logrado negociar a su favor.

 En esta ocasión no fue ninguno de los ‘Yunes del Estero’ quién menospreció a los Rementeria sino la senadora panista Indira Rosales San Román quien a la vez ahora fungirá como secretaria general del CDE, fue muy puntual al declarar que ‘la nueva dirigencia trabajará para recuperar el gobierno del estado y curules en el Congreso local, Cámara de Diputados y presidencias municipales en 2025’.

Indira dijo además que: “La militancia nos dio la confianza a la fórmula de Federico Salomón y de una servidora como secretaria general, queremos ser una verdadera oposición, pero que más allá de una oposición, logremos recuperar el gobierno del estado para nuestro partido en 2024, así como espacios en el Congreso local, federal, y por supuesto en 2025 las alcaldías”.

Es decir, más vale solos que mal acompañados. No necesitan para su proyecto los dirigentes ni militancia que votó en contra de su planilla, sino solo ‘la militancia que les dio la confianza’ es decir, los que votaron por la planilla de Federico Salomón y de ella.