Tal vez no sea aceptada en su totalidad por la oposición, pero no habrá forma que justifique la oposición el no aprobar algunos puntos medulares de la misma como la iniciativa de pasara de uno a dos, los días de descanso obligatorios a la semana. 

De acuerdo a lo que publicó el diario La Crónica, ya existe el borrador de la propuesta Amlista, y la responsable de sacar adelante la reforma es la Secretaria del Trabajo y Previsión Social, Luisa María Alcalde. 

En la Crónica se apunta que “Este aumento de descanso semanal, de acuerdo con el proyecto amlista, tendrá flexibilidad en los casos en los que se requiera, pues la premisa será cubrir 40 horas laborales a la semana, ya sea con cinco días de ocho horas de trabajo o bien repartiendo esas cuarenta horas en cinco o seis días. Por supuesto, se contempla la posibilidad de que haya centros de trabajo donde sea imposible eliminar las semanas de seis días de actividad y uno de descanso, pero allí los pagos dobles serán tanto para los sábados y domingos que se laboren. Lo mismo aplicaría para las horas extras que se generen al rebasar el nuevo límite de horas semanales a trabajar”. 

La tendencia mundial va en el mismo camino de esta Reforma, y qué partido en su sano juicio podría regatearle a sus representados dicho acto de justicia. 

Tiene razón lo que esgrime el borrador de la propuesta, pues la productividad y competitividad, en México, siempre han estado por encima de los derechos humanos, por lo que el cambio del régimen esclavista a la explotación, ha llevado mucho tiempo. 

La pandemia vino a enseñarnos muchas cosas, como por ejemplo que las actividades laborales no necesariamente tienen que ser con jornadas laborales tan extenuantes para ser eficientes. 

La propuesta resguardará las jornadas laborales que por necesidad deban continuar hasta seis días a la semana… pero se deberá agregar en su defecto un pago doble por el día laborado. 

¿Votaría Usted por un partido político que deseche esta propuesta de plano?