¿Quién asesorará a algunos funcionarios y políticos que no les hacen ver que no todo se puede hacer aunque se esté en el poder, pues existen leyes que respetar aunque les duela y aunque no quieran?

El tema es que algunos de ellos, como el regidor del puerto jarocho Sebastián Cano, en su pecado llevará la penitencia por cierta campaña mediática que se le ocurrió realizar quizá con fines futuristas para la sucesión en el Ayuntamiento porteño o algún hueso más carnudo que el actual.

Resulta que el regidor Sebastián Cano circuló en sus redes sociales unos carteles alusivos al Acuarium del Puerto, en los que, desde luego, aparte de unos textos simplones y gastados coloca al calce su nombre ‘Sebastián Cano’.

Y se dice que en el pecado llevará la penitencia puesto que hoy mismo el diputado priista Marlon Ramírez Marín le dio una zumba en su cuenta de Twitter que no olvidará jamás, puesto que su graciosada está impedida por la propia Constitución en el artículo 134 en el que se regula el uso indebido de recursos públicos para acciones que no sean del fin institucional.

E independiente de lo antes señalado, el diputado Ramírez Marín le envía por el mismo medio un recuerdito que podría hacer reflexionar tanto al regidor porteño como a otros funcionarios públicos que creen poder hacer lo que se les venga en gana.

Marlon Ramírez Marín escribió en su Twitter lo siguiente: “El presidente @lopezobrador_ los definía como ambiciosos vulgares, la tomo para adjetivar a este regidor de #Morena que se publicita a costa del #AcuarioDeVeracruz como era de esperarse. Lo denunciaré en términos del art. 134 Constitucional. ¿Para eso querían el #Acuario”.

Es decir, para qué tanto brinco estando el suelo tan parejo.

¿No lo cree así señor regidor Cano?

Así que ahora apechuge con la denuncia del diputado Marlon... a menos, claro, que lo de la denuncia haya sido pura baba de perico... veremos.