Que una calificadora financiera internacional como HR Ratings le haya mejorado, a principios de mes, el status de las finanzas públicas de Veracruz al pasarlas de ‘Estable” a ‘Positiva’, debió animar a los operadores financieros de Veracruz a seguir por los caminos trazados en materiade disciplina financiera y un régimen estricto de austeridad.  

Pero más, el que de nueva cuenta otra calificadora financiera internacional como lo es Moody’s acabe de respaldar  las finanzas de Veracruz al otorgarle la tan ansiada Calificación A+, debe ser doblemente satisfactorio y como para ganarse más estrellas en la frente.

No a cualquier organismo financiero se le da la Calificación A+, pues ello implica tener un sólido nivel de liquidez y una economía diversificada con respaldo de los ingresos propios del Gobierno. Lo que significa una perspectiva estable es el estatus soñado por cualquier operador financiero.

El hecho es que esta calificación de Moody’s llega luego de haber pasado por los tiempos tan difíciles de la pandemia que, al igual que en el mundo, puso a Veracruz en una situación difícil, pero más allá de la pandemia del COVID, Veracruz sufrió por años otra pandemia, la de gobiernos rapaces.

Aun así,  la economía veracruzana en la presente administración resistió por lo que la recaudación no disminuyó, al contrario, aunado a las oportunas accions de obtener ingresos extraordinarios relacionados con créditos fiscales, absorbieron la desaceleración de participaciones federales no etiquetadas sin que la deuda pública aumentara.

Hoy en día la estabilidad que se espera, según Moody’s, es que Veracruz podría tener superávits operativos resistentes a la inflación y una reducción gradual de las cuentas de orden y adeudos históricos heredados pendientes.

En la actualidad en Veracruz existe una percepción injusta -financieramente hablando- debido a las contrataciones de préstamos de corto plazo que se han realizado, pues analistas no entienden (o hacen como que no entienden) que esos créditos se toman para responder a eventos extraordinarios fuera de calendarios de pago, pero que no impactan en el concepto de deuda pública puesto que se liquidan en el mismo ejercicio presupuestal.

Otro punto importante que se refleja en las finanzas públicas de Veracruz es que a pesar de que mediáticamente se afirman estancamientos en la economía estatal, en la realidad no se aprecia así puesto que el Producto Bruto Interno de Veracruz ha pasado de años negativos a un envidiable en otros estados de 8.2% anual, tan solo en el tercer trimestres del año pasado.

Así que a nadie le extrañe que Veracruz siga saneando pasivos heredados, saneando las finanzas de dependencias deficitarias como lo ha hecho con la UV, el IPE y algunos municipios y que Veracruz antes de que termine la actual administración termine siendo calificada con la ideal Triple A positiva.

Por lo tanto, imparcialmente, se puede afirmar que el gobierno de Veracruz de Cuitláhuac García Jiménez, ha logrado resolver el Talón de Aquiles que se había convertido en la eterna promesa de campaña pero jamás resuelta que eran las finanzas rotas y deficitarias del estado.

Es por ello que José Luis Lima Franco, titular de Sefiplan, es reconocido por los expertos de la Secretaría de Hacienda, por las calificadoras financieras internacionales e inclusive por muchos críticos y opositores políticos de la 4T en Veracruz.