Patricia Lobeira, alcaldesa de Veracruz Puerto, pareciera haber tenido su primer resbalón o tropiezo, y es que el Tribunal Estatal Electoral de Veracruz le ordenó cesar la violencia política en contra de la regidora Virginia Roldán Ramírez. 

Así fue resuelto en el Juicio de Protección a los Derechos Políticos Electorales, promovidos por la regidora, quien enumeró un sin fin de quejas hacia la alcaldesa y el síndico. 

Seguramente podrían pensar que se trata de un asunto político o mediático, pero no es así, pues la regidora logró acreditar que en las sesiones de Cabildo, cuando ella requiere el uso de la voz, es ignorada por completo por la alcaldesa y el síndico. 

Aunado a eso, Virginia Roldán Ramírez ha solicitado por escrito que se le brinde personal de apoyo en su oficina para realizar sus labores y ni siquiera respuesta ha recibido, mucho menos a personal para que le ayuden. 

El origen del malestar de la alcaldesa es que la regidora Virginia Roldán Ramírez solicitó le brinden la plantilla de todo el personal del ayuntamiento de Veracruz, es decir, solicitó transparentar la nómina y esta petición se la han negado. 

Ya encarrerada, la regidora no solo pidió la nómina, sino también aprovechó para pedir copia de todos los contratados firmados por el ayuntamiento para la adquisición de bienes y servicios, así como para la realización de obra y los arrendamientos… ¿Y qué cree? También se lo negaron. 

Por tanto, la alcaldesa Patricia Lobeira decidió aplicarle el castigo de los niños, es decir, le aplicó la Ley del Hielo y hace como si la regidora no existiera… pero bueno, menos mal que el Tribunal Electoral del Estado de Veracruz está aquí para sacar la cara por los afligidos y ya dictó medidas para que Patricia Lobeira le baje tres rayitas a la violencia política contra la regidora.