HAY QUIENES ya piensan que Marcelo Ebrard Casaubón se rebelará, finalmente, para conseguir lo que quiere. Su aspiración ha sido ser candidato de Morena a la presidencia de la república, pero como están las cosas, lo más seguro es que el mismo presidente de la república no lo deje pasar, toda vez, que según nos informan, López Obrador sigue casado con la idea de que sea una mujer la candidata de su partido, pero más allá de este asunto, favorecer, con ese pretexto, a la jefe de gobierno Claudia Sheinbaum, con quien tiene nexos políticos y familiares. Sheinbaum no es la mejor posicionada, pero el presidente está plenamente seguro que cualquiera de los precandidatos que él apoye, ganará de calle, por lo que poco parece importarle que dentro de Morena haya personajes con mayor aceptación como es el caso del mismo secretario de relaciones exteriores.

Esto provocará, dentro de poco, las primeras cuarteaduras del movimiento de regeneración nacional, porque Marcelo Ebrard ya midió los pasos que tiene que dar, apoyado, sobre todo, en los resultados de las encuestas que se han llevado a cabo y donde resulta estar arriba de todos los aspirantes de su mismo partido. Pero, sin duda, también sabe que si espera la candidatura a través de un proceso interno, seguramente que perderá, porque parece, en este caso, que los dados pudieran estar cargados en favor de quien mucho se ha mencionado que tiene a su favor los afectos del presidente.

Y es que el mismo Ebrard sabe, además, que su lucha interna no sería solamente en contra de Claudia Sheinbaum, sino también de otro de los preferidos del mandatario nacional, es decir, el secretario de gobernación Adán Augusto López Hernández, quien representa en estos momentos la segunda opción, o como también se dice, el famoso plan B, por lo que se complica para él lograr la candidatura por el método que impongan, pues siempre prevalecerá la opinión y decisión de quien manda a nivel nacional.

Todo esto hace suponer que Marcelo Ebrard quiere, ante todo, demostrar que tiene los suficientes seguidores para lograr su cometido, sabiendo de antemano que las circunstancias no operan a su favor.

Pero ¿qué pasará si no lo dejan pasar en Morena?

Lo más probable es que busque la invitación de otro partido político que lo avale.

(DE LA COLUMNA "LÍNEA POLÍTICA")