La columna de hoy que escribe aquí el investigador universitario Rafael Arias Hernández es muy importante para entender que no todo lo que es globalización siempre es benéfico para los que no tienen capital o nacieron en pañales de seda.

Para empezar su entrada es lápidaria: “Las predicciones se cumplen, se hace realidad la inolvidable predicción, para muchos desatendida o ignorada profecía, de que “los ricos son y serán más ricos y los pobres más pobres.”

¿Porqué lo dice?

Por los datos inocultables y fríos que nos acompañan a diario:

 “En lo federal, lo estatal y lo municipal, costos y consecuencias de inflación y carestía; estancamiento o recesión; inseguridad y violencia; pasividad y conformismo ciudadano y social; y, desde luego, de ineficiencia y delincuencia gubernamental”.

Y para reforzar su excelente análisis Rafael Arias toma como ejemplo lo escrito por la reconocida periodista, escritora y activista canadiense, Noami Klein, quien en obras como NO LOGO y VALLAS Y VENTANAS, en el que Naomi, como otros autores, ha contribuido a expandir, fortalecer y dar presencia al debate sobre la globalización, sus características, así como su impacto presente y su futuro”.

Si usted es de los que gustan repartir culpas por todos lados es mejor que lea completa esta columna para que así sepa de dónde vienen las causas y no solo se guíe de los efectos.

Pase aquí y fundamente su discurso: https://bit.ly/3OMLGs3