En los cafés políticos de la capital veracruzana, los sabios bebedores del inigualable aromático adelantaron la cacería de brujas que ya está en marcha en el país en contra de expresidentes, exgobernadores y exsecretarios de despacho, que han sido investigados desde hace cuatro años.

Muchos pagarán las fechorías y desmanes que hicieron con el presupuesto y los recursos de la nación.

En esa lista están en primer lugar se enfilan, ahora sí, los expresidentes Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón, uno del PRI y otro del PAN.

Pero también hay varios exgobernadores, entre ellos está incluido el de MORENA de Baja California, Jaime Bonilla, que ya ha sido citado a declarar por el Ministerio Público por el presunto delito de peculado. Pero la cita no es solo para el actual Senador, sino también para varios de exfuncionarios de su gobierno por posible fraude en la fallida construcción de una planta fotovoltaica.

No se puede decir que este caso de Jaime Bonilla sea sacado a la luz tan solo para equilibrar el tema partidista y la cacería de brujas, ya que el fiscal general del Estado de Baja California, Ricardo Iván Carpio, asegura tener las pruebas suficientes para hacer la imputación de manera formal en contra el exmandatario estatal.

Eso allá, pero aquí en Veracruz también habrá detenciones de gente importante, y en poco tiempo veremos a algunos tras las rejas. Entre ellos está la pronta extradición de Karime Macías, ex de Javier Duarte, la cual ha perdido una y otra vez los amparos y apelaciones en el Reino Unido, y una vez en México será remitida primero a los juzgados y centro penitenciario de Pacho Viejo y una vez que sea vinculada a proceso -como no pocos esperan- será trasladada directamente a cumplir su reclusión a un Penal Federal de Mediana Seguridad en el estado de Morelos.

Por la misma ruta en los próximos meses podrían serle ajustadas las cuentas a varios altos exfuncionarios del exgobernador Javier Duarte de Ochoa, como Tomás Ruiz González, Fernando Charleston Hernández, Gabriel Deantes Ramos y Carlos Hernández, a los que jueces federales les abrieron procesos penales y han sido vinculados por el presunto involucramiento en el desvío de más de mil millones de pesos federales durante los años 2012 y 2014 y que por el delito de peculado podrían alcanzar hasta 14 años de prisión.

Los cafés lecheros y los cigarros se reservan para cuando estos pájaros de cuenta estén tras las rejas.