En los cafés políticos los sabios bebedores del inigualable aromático veracruzano no dejan de hablar de la sucesión de gobierno en Veracruz.

Y es que el fin de semana pasado, el tema de la sucesión estuvo más que caliente e interesante pues la senadora por Veracruz con licencia y actual titular de la Secretaría de Energía en el gabinete del presidente Andrés Manuel López Obrador, hizo presencia física en el Sur y en la capital de Veracruz.

Es decir, lo que Rocío Nahle adelantó el pasado 30 de junio, de que iba a hacer presencia en el Estado, este fin de semana lo empezó a hacer realidad.

Y como sobre advertencia no hay engaño, el pasado sábado Rocío Nahle, a invitación del gobernador Cuitláhuac García Jiménez, se reunió en Casa Veracruz con los directores de los Institutos y Universidades Tecnológicas en los que estudian casi 80 mil jóvenes veracruzanos.

Desde luego que la finalidad de esa reunión “no fue política”, sino que fue la de dar a conocer la oferta de trabajo que habrá en el país para egresados del perfil tecnológico, ante la inminente conclusión de una serie de proyectos de gobierno y del sector privado nacional e internacional impulsados desde la Secretaría de Energía y otras dependencias federales como la explotación de nuevos yacimientos de gas y petróleo, la entrada de operación de la refinería de Dos Bocas, el nuevo gasoducto interestatal de Tuxpan a Coatzacoalcos, el Corredor Transístmico de Tehuantepec, la ampliación de la petroquímica en los complejos de Coatzacoalcos, y la llegada a Veracruz de empresas como Constellations Brands, la Nestlé, entre otras.

Pero ¿Qué político da paso sin huarache? Y Rocío Nahle no podía ni tendría por qué ser la excepción.

Un día antes, Rocío Nahle fue al Sur de Veracruz a reforzar y amacizar a sus seguidores que la catapultaron a la senaduría de donde brincó a la SENER. Allá, entre sus cuates, les debió confirmar sus aspiraciones políticas y les debió repartir tareas con rumbo al 24, pues allá se fue a reunir nada menos que con los alcaldes de Coatzacoalcos, Amado Cruz Malpica, y de Minatitlán, Carmen Medel Palma, y con quien se la ha jugado por ella a nivel estatal, el diputado local Juan Javier Gómez Cazarín, líder del Congreso del Estado.

Es decir, una vida y dos mandados.

Así que los sabios bebedores de café de un plumazo palparon que la fuerza política de Rocío Nahle es tal, que quien quiera rebasarla por la derecha tendrá que patinarle duro o será mejor que se alineen por la derecha, a ver si al final les toca algo del pastel ya sea en el Senado, en la Cámara de Diputados o simplemente repetir en los cargos en los que hoy cobran.

Lecheros y banderillas para aquellos que ni bien empezó el sexenio dijeron que para la sucesión de Veracruz no había más que una: Rocío Nahle. ¿Se les cumplirá la lectura?