Apostándole al olvido, muchas leyendas se han construido a partir de la detención de quien fuera el segundo fiscal general de Veracruz, desde la creación de esa figura, en la administración de Javier Duarte.
Justo es decirlo, para partir de datos que son convincentes: La “autonomía” que otorga la Constitución de Veracruz a la Fiscalía General del Estado (FGE) ha sido, es –y al parecer seguirá siendo- una farsa. Ninguno de los tres personajes que han encabezado esa institución ha sido autónomo, todos han tenido el perfil de “fiscal carnal”.
Las siguientes son algunas de las fantásticas teorías que se han construido a partir de la captura de Jorge Winckler:
- “Es un preso político”. Atendiendo un principio fundamental del derecho –la presunción de inocencia- el exfiscal no ha sido sentenciado aún por alguno de los delitos que se le imputan. Hay, sin embargo, suficiente información, demasiados testimonios, de las prácticas francamente ilegales que utilizaba para realizar su labor. Él sí tuvo a presos políticos en la cárcel, y nunca presentó elementos de peso para mantenerlos en prisión.
- “Miguel Ángel Yunes Linares lo entregó como parte de un pacto”. Nadie en su sano juicio actuaría contra una persona que conoce todos –literal: ¡todos!- sus demonios. Pasaba antes con los procuradores y ahora con los fiscales: si vas a removerlo, ofrécele todas las garantías de que no será molestado, pues ofenderlo o amenazarlo podría provocar que, en un arranque de ira, termine por revelar algunos de esos secretos que posee.
- “Winckler ocultó carpetas y liberó a criminales”. No hay una sola carpeta de investigación contra Jorge Winckler en el que se le acuse de tales delitos. Se le acusa de secuestro y de tortura, ambas imputaciones muy sólidas. De hecho muchos de los “golpes” que ha dado la actual Fiscalía son producto de las investigaciones que inició el exfiscal. Es en la actual Fiscalía en la que se inventan culpables, con la consecuente impunidad para los verdaderos delincuentes.
- “Winckler fue víctima de una jugada ilegal para separarlo del cargo”. En efecto, su salida estuvo plagada de inconsistencias jurídicas; fue prácticamente un “golpe de estado”. Ese caso pudo haberlo ganado, aunque las tropelías cometidas durante su gestión terminaron por condenarlo.
- “Winckler dijo que no se irá solo”. Esa es una frase que, sin sustento alguno, le atribuyen al exfiscal al momento de ser detenido. Dicha expresión, sin embargo, se contrapone con su postura frente al juzgador, ante quien se declara inocente.
- Jorge Winckler, “objetivo prioritario de la Mesa de Coordinación para la Construcción de la Paz”. Si para atender las “prioridades” se tardan casi tres años, ¿cómo será con aquellos delincuentes que no representan tal urgencia?
Muchas otras fantasías surgirán en los próximos días. Por lo pronto, el juez de control le aplicó medida cautelar de prisión preventiva por un año, en tanto se desahoga el proceso iniciado en su contra.
filivargas@gmail.com
(DE LA COLUMNA "PUNTO DE VISTA") |