Cada vez que llueve en Xalapa sólo puede significar una cosa, y no es el café con pan, sino accidentes en la polémica autopista Xalapa-Coatepec.

Escribir aquí de un accidente fatal no tendría caso pues no alcanzaría el espacio para relacionar todos y cada uno de los casos. Lo cierto es que las pérdidas de vidas humanas y los daños materiales han sino innumerables. Los esfuerzos que se han hecho para remediar esta situación han sido infructuosos y las autoridades de tránsito ya solo falta que instalen ahí una oficina permanente para que los famosos carruseles de prevención se realicen con total oportunidad. 

Azares del destino, pero esa vía de comunicación que apariencia está bien hecha y fue muy chuleada en el bienio yunista, hoy en día es una de las vías con mayor número de accidentes.

No son ni siquiera 10 kilómetros de recorrido, las curvas no son tan pronunciadas, pero por alguna extraña razón que no se ha determinado cada vez que llueve se incrementan los accidentes.

Pero es lamentable que también sin lluvia se registren los accidentes, por lo cual no estaría de más de una vez por todas hacer una investigación técnica si está bien o mal hecha.

Mientras tanto, cada vez que llueve, la Dirección General de Tránsito y Seguridad Vial (DGTSV) pone en marcha el operativo Carrusel para evitar que los accidentes sigan en aumento en el bulevar Xalapa–Coatepec.

Además, la Dirección de Tránsito y Seguridad Vial precisa que los accidentes han ocurrido también por no guardar distancia adecuada entre vehículos, sin omitir que los daños materiales han sido cuantiosos.

Por tanto, el personal operativo de la dependencia se mantendrá en la zona con finalidad de reducir los accidentes vehiculares y garantizar la integridad física de la población.

También se exhorta a los automovilistas para respetar la velocidad establecida, que es 60 kilómetros por hora, guardar distancia entre vehículos, utilizar el cinturón de seguridad y encender las luces de sus automóviles.

Foto de archivo y de cortesía