Parece mentira que hoy cuando la justicia apenas asoma su nariz y amenaza con dar un golpe a la impunidad en contra de aquellos que encubrieron, dejaron hacer y pasar y confeccionaron a modo ‘Su verdad histórica del crimen de Ayotzinapa -en Iguala, Guerrero-, que conmocionó al mundo entero, algunos políticos salgan a decir que se trata de una persecución política.  

Entre las declaraciones más vergonzosas que se han vertido a raíz de la detención del exprocurador general de la república Jesús Murillo Karam, por los presuntos delitos de desaparición forzada y contra la administración de la justicia, está la del dirigente nacional del PRI Alejandro Moreno Cárdenas quien de inmediato en sus redes sociales calificó la detención como ‘inaceptable’ y decir que ‘se trata de una persecución del Gobierno Federal’. ‘Es inaceptable que el Gobierno Federal persiga a exfuncionarios públicos que buscaron resolver y procurar justicia en un caso tan relevante y triste como el de los estudiantes de Ayotzinapa’.

Resulta vergonzoso que Moreno Cárdenas trate de vincular su propio caso en que es acusado de corrupción y enriquecimiento ilícito con el dolor de los familiares de los 43 jóvenes sacrificados en Iguala, Guerrero.

¡Qué desfachatez! ¡Qué vergüenza!

Moreno Cárdenas viene de la cultura de justicia en la que se perseguía a los autores materiales y se protegía a los intelectuales, a esos no se les molestaba, se les protegía. El Caso Colosio, es uno de los emblemáticos, se llevó a prisión al que presuntamente jaló del gatillo, pero a los orquestadores del crimen se les protegió con la hipótesis del ‘asesino solitario’.

Ese es el sistema que añora Moreno Cárdenas como bien lo expresó ayer en redes sociales: ‘Lo esperado es que el Gobierno hubiera detenido a quienes desaparecieron y agredieron a los estudiantes. Pero no, buscan culpar a los que atrajeron la investigación’. Es decir, a los protectores y cómplices del crimen de Estado, a esos no los toquen.   

Es decir, para ‘Alito’ ya todo estaba bien, para qué rascarle al tema e involucrar a los que permitieron y le dieron cara a la impunidad.