El pasado viernes, nos dormimos con la noticia de la salida de Rosario Robles del penal de Santa Martha Acatitla y la detención del ex Procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, en su casa de Lomas de Chapultepec.

El sábado temprano, don Jesús Murillo Karam, compareció ante el juez de control del Reclusorio Norte, señalado de desaparición forzada, tortura y obstrucción de la justicia, todo esto en relación con el caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa.

Independientemente de la verdad histórica de Murillo Karam, es el día que lo único certero, que se tiene de los hechos ocurridos la noche del 26 de septiembre de 2014 en Guerrero, es que los 43 jóvenes no están con vida, esto según los dichos de Alejandro Encinas, subsecretario federal de Derechos Humanos.

Versiones de lo ocurrido aquella noche hay muchas, desde que el los Guerreros Unidos, un grupo delincuencial de aquella zona; habrían secuestrado el autobús en el que se trasladaban los normalistas, por sospechas de que entre ellos, se habrían infiltrado sicarios del grupo contrario, los Rojos; hasta que José Luis Abarca, el alcalde de Iguala, habría ordenado a sus subalternos, interceptar el autobús en el que viajaban los 43 jóvenes, puesto que tenía noticia, de que estos, se dirigían a sabotear el informe de labores de su esposa.

Hasta hoy, dentro de toda las investigaciones que se han hecho del caso Ayotzinapa, no existe evidencia alguna de que el ejército mexicano, haya tenido participación en la ejecución y desaparición de los 43 jóvenes, sin embargo existen indicios suficientes, que comprueban que en los hechos, estuvieron involucrados tanto el gobierno municipal, como la fuerza policial del municipio, por tanto, si fue un crimen de estado.

Ahora bien, el pasado sábado, 8 años después de todo aquello, sabemos que luego de una larguísima exposición de imputación, en la que el juez Marco Antonio Fuerte, incluso reprendió a los fiscales por no estar debidamente preparados, ya que se evidenciaron con su poco conocimiento de la carpeta de investigación; la situación jurídica de Jesús Murillo Karam, se sabrá hasta el miércoles 24 de agosto, ya que el ex procurador solicitó ampliación del plazo, para presentar documentos que posee, para revertir las acusaciones en su contra.

Del futuro del señor Murillo Karam, lo único que se tiene claro hasta ahora, es la conveniencia de la noticia de su detención, justamente una semana después de la violenta semana de bloqueos y violencia que se vivió en Jalisco, Baja California, Guanajuato y en casi todo el país.

También cae como anillo al dedo, para desviar la atención de que salió a la luz, el cochinero de SEGALMEX y ya de paso, le quitó protagonismo a la salida de la cárcel de doña Rosario Robles.

En lo local, bueno pues el incendio de dos patrullas en Coatzacoalcos, tampoco será un tema del cual se quiera mucho hablar.

No hay en estos momentos en México, nada como revivir aquella historia espeluznante de los 43 normalistas de Ayotzinapa, para dignificar en algo la violencia que se vive hoy con la 4ª Transformación, ojalá y tengan previsto un control de daños, porque donde se les vayan las manos de control y salpiquen al Ejercito Mexicano ¡Nanita!

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