La cantidad de 33 mil 560 millones de pesos, es la cantidad que el Órgano de Fiscalización Superior ha logrado detectar tanto de exalcaldes como exfuncionarios estatales que le han metido mano al cajón desde el año 2007 al 2020. 

Se trata de una cifra descomunal, con la que prácticamente se podría saldar el 80 por ciento de la deuda bancaria de Veracruz, o reparar todas las escuelas de Veracruz o tener carreteras sin baches. 

Sin embargo, y pese a señalamientos directos y visibles, apenas se ha logrado que de dicha cantidad, los involucrados devuelvan mil 955 millones de pesos, es decir apenas el 7 por ciento. 

Y aunque esos casi 2 mil millones de pesos recuperados no es una cifra despreciable, no se compara con todo lo que ha sido saqueado de Veracruz. 

Usted se preguntará de quién es la culpa, y aunque quisiera usted ver como responsables a la fiscalización que hace el Orfis a cargo de la auditora Delia González Cobos, la verdad es que el problema es que existió mucha permisividad en las pasadas administraciones del ORFIS, así como de las magras gestiones anteriores tanto de la Procuraduría como de la Fiscalía General. 

Y si a esto se agrega que los involucrados lograron acuerdos con los gobernadores en turno o pagaron por buenos abogados, pues la impunidad es muy elevada. 

Por eso, la auditora Delia González Cobos ya fue muy puntual y dijo que hoy en día se combate la corrupción al interior del ORFIS y ya no hay acuerdos para perdonar desvíos, y en el siguiente paso (que es la presentación de las denuncias) son muy precisos pues llevan todos los elementos para evitar que se caigan los casos. 

En ese sentido, comentó que ahora corresponde a la Fiscalía General del Estado evitar que haya impunidad, porque los veracruzanos ya están hartos de que gobernantes pasen metiendo mano al cajón y no se castigue a nadie y tampoco se logre recuperar parte del botín.