Momentos antes de que se discutieran las conclusiones al proyecto del Ministro Luis María Aguilar, sobre el complejo tema de la prisión preventiva oficiosa, salió al aire mediático internacional la información de la muerte de la Reina Isabel de Inglaterra y los canales de televisión, radio y medios del espacio cibernético, pero sobre todo el público, giraron su atención hacia Inglaterra y se olvidaron del tema nacional.  

Fue así que en silencio mediático los integrantes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), sin los reflectores mediáticos que tuvo el pasado martes, escucharon que el ministro Luis María Aguilar retiraba su proyecto inicial para reconstruir su propuesta. 

El Ministro no esperó recibir el revés que se preveía y prefirió retirar su proyecto antes de la votación. Claro está que el proyecto ahí queda, y lo volverán a sacar cuando no haya alguna otra necesidad mediática en el país. 

Por lo pronto, hay temas muy importantes como es la discusión en el Congreso para ver si el Ejército sigue o no en las calles después del 2024, y el otro, qué es lo que pasará con la Coalición ‘Va por México’. 

Lo anterior pareciera más circo que otra cosa, pues lo relevante, la seguridad del país… eso puede esperar. 

Lo que sí quedó claro de lo que mencionó el ministro Luis María Aguilar es que en la reconstrucción de su proyecto tendrá que haber puntos de conexión, se matizarán los disensos entre los demás magistrados y se propondrá otra metodología que permita expulsar los efectos dañinos que la prisión preventiva automática ocasiona en la vida de las personas y de las familias mexicanas. 

Es transcendental que la Constitución permita la oficiosidad de la prisión y que al mismo tiempo diga que protegerá derechos humanos y tratados... cosa que, por cierto, en esos tratados se prohíbe darla de oficio. La litis está en la antinomía. Es vital la prisión preventiva "necesaria", pero la "oficiosa" es la que debe someterse a discusión en un verdadero debate abierto al público. 

Es decir, como siempre, hacer suave algo que debería ser duro y preciso por el bien de los consensos en el poder.  

Así, por el momento, se cierra un punto más sin decisión como tantos que se han iniciado en el país y se quedan truncos. 

Lo interesante y necesario es que hoy se hubiera tenido una definición de la SCJN que acallara las especulaciones que tanto dañan al país… pero no… para las cosas importantes el tiempo parece correr en cámara lenta.