EN ESTE momento, Alejandro Moreno Cárdenas ya no parece tener espacio para donde moverse. La presión es cada día más fuerte del grupo opositor interno, quienes directamente le piden que deje la dirigencia nacional del Partido Revolucionario Institucional, después de varios acontecimientos que han sido calificados como traición a la organización política y poner en riesgo los acuerdos de la coalición política con los partidos que forman parte del bloque opositor, luego de avalar la propuesta de mantener al ejército en las calles hasta el dos mil veintiocho, condición que vino a derramar el vaso, considerando que antes ya venía enfrentando el sistemático ataque del gobierno federal, sin que nadie saliera a defenderlo, por lo que se vio obligado a doblarse ante López Obrador.

Pero, sus opositores dentro del tricolor, que no cesan de buscarle tres pies para moverlo de la dirigencia nacional, nunca fueron capaces de integrar un verdadero muro de defensa cuando realmente lo necesitaba. Dejaron que López Obrador, lo pegara contra la pared y lo obligara, de alguna manera, a darle alguna satisfacción política para dejarlo, de momento, en paz, retirando más ataques políticos a través de las evidencias de supuestos malos manejos durante su administración estatal, que no llegó a los cuatro años.

El PRI, desde hace tiempo, requiere de unidad interna y ésta no ha sido proporcionada, ni siquiera en lo más mínimo, por quienes ahora lo están obligando a dejar la dirigencia del PRI, por lo que, difícilmente podrán fortalecer a la institución política, haciéndose, como pretenden, del manejo nacional priista.

Es cierto, Alejandro Moreno Cárdenas, no es ninguna perita en dulce, pero es un priista que necesitó, en su momento, de todos los que se dicen tricolores de corazón. El PRI, con y sin Alejandro Moreno Cárdenas, seguirá en las mismas condiciones, porque el juego que se juega al interior del partido, tiene muchos intereses, que no van, necesariamente, con los propósitos que se tienen para el dos mil veinticuatro. El PRI, es cierto también, no es solamente Alejandro Moreno Cárdenas, sino que lo son todos los priistas, qué en determinado momento, lo dejaron solo.

Por lo pronto, el PRI, tiene un compromiso con la coalición y tiene que cumplirlo, porque Moreno Cárdenas, ya tiene la tablita para salvarse, la que le ha ofrecido la cuarta transformación.