Ricardo Monreal siempre ha tenido un lugar en el espacio político, como aliado es un apoyo y como contrincante una molestia. Cualesquiera de las dos posiciones dan mucho de qué hablar.

Lo que diga Monreal es noticia, un poco apoyado por los medios que buscan contrapesos políticos en la actual administración y otro poco porque sus palabras tienen fuerza política y social.

Es precisamente en la confianza que tiene el ex gobernador de Zacatecas, donde basa su futuro personal, porque se sabe querido por buena parte de la población y podría capitalizar el descontento que existe actualmente y convertirlo en armonía social, por lo menos eso es lo que dice que puede hacer y sin duda podría lograrlo.

Desde ahora anuncia que no se peleará con nadie, que no acostumbra las confrontaciones y que en caso de que la sociedad decida sobre su candidatura, dentro o fuera de Morena, adelanta que de ganar las elecciones a la Presidencia de la República continuará las transformaciones iniciadas por la 4T, y los programas sociales. Es decir, sería el conducto ideal entre los posibles candidatos de Morena, porque las posibles “corcholatas” representan cambios que no dejan de ser peligrosos para la estabilidad social de México.

Porque Marcelo Ebrard, significaría un giro a la derecha, sin duda; Claudia Sheinbaum, una mayor rigidez en varios aspectos de la vida productiva del país. Sobre la posibilidad de competir dentro de su partido aclaró con precisión que su perseverancia en Morena tiene como límite la dignidad.

La gran queja de la sociedad no sólo es la división entre mexicanos sino la falta de proyectos de Nación de los partidos y más aún de los candidatos que parecen brillar por su ausencia, a pesar de que hay muchos problemas y encontrar soluciones exige de vocación política, como señala Monreal.

Considera además que aún puede ser el arma secreta del presidente López Obrador o del pueblo para las elecciones para la Presidencia de la República en 2024.

Comenta que no responde alusiones personales de nadie, menos del Presidente por el respeto que le inspira y la amistad, producto de una lucha compartida por 25 años. Así le responde al presidente: «yo no me pongo a su nivel».

Asegura no tener problemas con nadie menos con el presidente de la república, a quien aprecia y respeta.

Aunque apuntó que ante la consideración de que los únicos candidatos morenistas que estarán en la contienda por la Presidencia en 2024 serán la jefa de la Ciudad de México Claudia Sheinbaum y el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, y señaló en entrevista telefónica: “se trata de un intento de imposición anticipada por parte del partido de Morena”.

Monreal insiste en que estará en la boleta de la jornada electoral por la Presidencia de la República, sea Morena el que lo impulse o cualquier otro partido. No ha hablado de la posibilidad de tener una candidatura independiente pero seguramente que podría competir por esta vía con el suficiente apoyo no sólo político y social sino también económico.

Porque los empresarios verían con buenos ojos que la armonía regrese al país para garantizar la inversión del capital privado nacional y extranjero y su apoyo a la campaña del zacatecano sería una inversión por la tranquilidad y el desarrollo de sus industrias, cuyos propietarios por ahora, no han demostrado su inconformidad, ya sea por precaución o miedo.

Consciente de la responsabilidad del presente con su grupo parlamentario, de su tarea al frente de la Mesa Directiva del Senado y de la necesidad de crear equilibrios y armonía, ve la disputa electoral lejana pero no lo suficiente como para empezar los preparativos para la contienda y el triunfo.

Por lo pronto se dedica a apoyar la solución de los problemas del presente que no son pocos, a los que debe dársele solución inmediata, como son la inseguridad y el cambio climático, entre otras urgencias a las que deben ponérsele un alto.

Todo cambio profundo arroja diferencias que repercuten en la polarización. Un rencor se convierte en resentimiento, en violencia verbal y, posiblemente en una violencia física posteriormente y esto es lo que debe evitarse en el México contemporáneo.

Monreal considera que la unión entre los mexicanos es una de las prioridades del país, reforzar el tejido social, crear el impulso de unidad como Nación para salir todos adelante es un buen inicio no sólo como proyecto sino como inicio de campaña.

De que va a competir, va. Por eso la frase de que “Ni me dejo ni me rajo”.

(DE LA COLUMNA "ALMA GRANDE")