En los cafés del Puerto de Veracruz y la zona conurbada, los sabios bebedores del rico aromático veracruzano aseguran que sin que hubiera cohetes, ni globos de Cantoya, el pasado fin de semana debió ser de fiesta en el Estero, lugar de residencia de la familia Yunes. 

El festejo, se comenta, sería porque el exalcalde del Puerto de Veracruz, Fernando Yunes Márquez, habría conseguido resolver su tema del presunto desvío de recursos públicos que el ORFIS le había observado por más de una centena de millones de pesos. 

Fernando Yunes Márquez, junto con su equipo de abogados y contadores, lograron demostrar ante los investigadores del ORFIS que no hubo tal desvío, ya que las obras ahí estaban y en ellas se había invertido lo que se había reportado como inversión aplicada. 

Pero el festejo no solo debió por lo antes descrito, sino que ahora los Yunes del Estero han quedado libres de cualquier presión política que se les hubiera querido hacer para evitar su participación en la elección estatal del 2024 y que no fueran con todo, sino que cedieran el espacio para que el senador Julen Rementería del Puerto se alzara con la candidatura del PAN y por ende de la Coalición PAN-PRI-PRD. 

Ahora, con el camino libre, los Yunes del Estero seguramente irán con todo por la candidatura, ya sea ésta para el propio Fernando o para su cuñada, la actual alcaldesa del Puerto, Patricia Lobeira. 

Así las cosas, la decisión por la candidatura del bloque opositor vuelve a ser patrimonio de los Yunes del Estero y de nuevo los Rementería tendrán que conformarse -como hasta ahora- con las sobras políticas que logren negociar en la mesa azul.