Los municipios de Tuxtilla y Landero y Coss, con los presupuestos más bajos en el Estado de Veracruz, tampoco escaparon a ser observados y a resultar con un presunto daño patrimonial por parte del Órgano de Fiscalización Superior. 

Si bien el daño patrimonial sea en un municipio grande, mediano o pequeño, es grave, aún así sea un sólo peso, obviamente resulta más costoso en aquellos municipios donde los recursos son escasos. 

Por ejemplo, un daño patrimonial en el municipio de Veracruz, Xalapa o Coatzacoalcos por un millón de pesos, además de ser un escándalo y grave, es mínimo en comparación con sus presupuestos que superan los mil millones de pesos y que no representan ni el 0.1 por ciento. 

Por el contrario, en Tuxtilla y Landero, un millón de pesos, estamos hablando de un daño que supera el 5 por ciento.

Pero el problema es que no sólo fue un millón, sino que en el caso de Tuxtilla el presunto daño patrimonial ascendió a un millón 337 mil 521 pesos, lo cual es equivalente al 7 por ciento del total de su presupuesto que fue sólo de 19 millones de pesos. 

En el caso de Landero y Coss su daño patrimonial es de un millón 969 mil pesos, que es el 8 por ciento su raquítico presupuesto de 22 millones de pesos.